Que reciclen ellos

El medio ambiente es un tema candente en la Pérfida. Mis compañeros de piso compran productos orgánicos (“de cultivo biológico” decimos en España, productos obtenidos sin fertilizantes y no modificados genéticamente) y cosas recicladas, hablan con preocupación del cambio climático, y con interés de todo lo que suene a renovable o a ecología. Se critica mucho que el político tal usara un avión privado para ir no se donde o que el presidente de la oposición, David Cameron, diga que va a las sesiones de los Comunes en bicicleta siendo así que detrás va un coche con el maletín y los papeles.

Pero todos los principios y sus grandes palabras se ahogan en un vaso de… yogur, por ejemplo. ¿Será reciclable un vaso de yogur? Amigo, descubrir una verdad tan escurridiza escapa a sus posibilidades. ¿Y la bolsa de plástico azul de la tienda de conveniencia de la esquina? Porque siendo plástico digo yo que… Pero, hijo, no digas y lee. Mira, es un sencillo esquema. Viene todo en inglés y trae dibujitos. A ver, este párrafo por papá. Este por la ecología. Este por un aire más puro. Pues no, parece que no. En su mente un yogur es exactamente igual que un bote de suavizante, el envase de la carne picada del super y un gallifante.

A veces aciertan por casualidad, mejor dicho, a veces aciertan porque como tiran la mayor parte de los plásticos a la caja de reciclar acaba resultando que alguno de ellos es reciclable. En ese caso, lo que por supuesto no piensan hacer es aplastar la botella para que ocupe menos. O desarmar la caja. O aplastar la lata. Por más que se lo haya comentado un par de veces, para su gran asombro, ¿aplastar la caja, dices? ¡qué idea más revolucionaria! ¡anda, pero si es verdad que ocupa menos así! Lo que no se te ocurra a ti, Elsinora. Qué tía más brillante.

Estos procesos de leer una tabla y aplastar una caja exigen una gran preparación intelectual de la que mis compañeros de piso están eximidos por las siguientes razones: a) ser prácticamente bilingüe pero disléxica (lo cual impide leerte la guia de reciclado, aunque traiga dibujos), b) ser polaco y saber poco inglés (aunque sea conductor de camiones de basura) o c) ser inglés, no disléxico, productor de televisión pero un vago redomado… De los compañeros de piso que he tenido (van 6) sólo una (además de mí misma) era capaz de distinguir un bote de yogur de un bote de suavizante o de una bolsa o un cartón normal o un papel de periódico de uno encerado o parafinado (“waxed paper” dice la tabla). Durante este tiempo me he dedicado a explicar a gente que o bien sabía más inglés que yo o bien tenía más contacto con el maravilloso mundo del tratamiento de residuos urbanos que hay varios tipos de plásticos, que no todos son reciclables, que el papel encerado de los botes de zumos no se puede reciclar y que a lo mejor si se leen la guía que hay en el corcho subrayada en fluorescente yo dejo de tener que ir detrás de ellos desfaciendo lo que ellos hacen mal. Mis riñones agradecerían el cambio.

Reconozco que el sistema de reciclado en general y el de mi barrio en particular son bastante absurdos. Hay un montón de tipos de plástico y es fácil liarse. Además, acaba resultando laborioso porque te piden que limpies el vidrio, el papel de aluminio, las latas, que retires las grapas y cosas parecidas. Y lo mejor de todo es que después de tanta clasificación y tanto problema, en mi distrito debes juntar todo lo reciclable en una misma caja de plástico que recogen una vez por semana (hay contenedores donde lo puedes echar en cualquier momento, eso si cada cosa en su contenedor, pero si encargas una caja al ayuntamiento (y pagas por ella), te lo recogen una vez por semana con la basura tradicional). De manera que en realidad la tarea para mentes privilegiadas consiste en identificar lo que es reciclable y adecentarlo un poco. Pero es más cómodo reciclar a mi costa.

Estoy pensando en montar un taller intensivo para ecologistas con problemas de riego cerebral y cobrarles una pasta por enseñarles las sutiles diferencias entre los botes de yogur y los de suavizante. Eso sí, tendrá que ser todo explicado de viva voz, porque estos leer, poco (a lo mejor si me escribo las palabras en la cara…).

Mi acento hispano le daría a toda la sesión un aire exótico que le haría ganar un cierto halo de verdad misteriosa, se coge la cajeison, se aplasteison, y al cubeison con ella… como si estuviera leyendo las líneas de la mano. Un dos por uno de quiromancia y ecologismo urbano. Seguro que me forraba. Ya lo veo: Elsinora´s workshop, learn how to recycle without reading a word. Mi público objetivo (ecologistas concienciados con problemas para entender textos en inglés) es enorme. Al final va a resultar que los master de literatura (comparada) valen para algo… Te dan la ventaja (comparativa) de que tú eres capaz de leer en su idioma y ellos no son capaces de leer en ningún idioma.

(Nota sobre el título“Que reciclen ellos”. Unamuno dijo “Que inventen ellos” siendo “ellos” los países occidentales excluyendo a España; como la Red llega a todas partes es posible que la frase no sea familiar para muchos lectores del blog. Ahora algunos de la Perfida se han tomado la revancha conmigo… que recicle ella).

7 respuestas a «Que reciclen ellos»

  1. Jajajaja oh eres brillante!
    aplastaré cajas y latas ! (mi pasatiempo favorito hace miles de años era aplastar latas)

  2. Qué curioso lo del reciclaje…

    Aquí en Irlanda llevo unos días investigando qué hacer con el plástico porque tenemos recogida de papel/cartón y vidrios (por colores) pero, tan preocupados que están, no tienen nada que hacer con el plástico y eso que te cobran un impuesto si pides una bolsa en las tiendas (con la excusa de reciclar).

    Yo seguiré buscando qué hacer porque, finalment,e me he dado cuenta que si consigo deshacerme de los plásticos (reciclables) como ya he hecho con los cartones (aplastados) y los vidrios (por colores); la cantidad de basura no reciclable (orgánica) que aquí se paga, porque la reciclable es gratis como premio a tu labor por el medio ambiente, me ahorraría un buen pico semana a semana 😛

  3. Rafa: Lo del reciclaje es un “big issue”, como dicen por aqui, es decir, un gran problema, en todas partes. Por lo que he leido, en Alemania hay como una psicosis, en el momento que tires el carton tipo j en el lugar del j’ por despiste o porque el contenedor j’ esta lejos o no sabes donde esta, ya te estan poniendo multas. Y ultimamente en Londres amenazan con recoger la basura solo cada quince dias (ahora es semanal) y ademas subir el impuesto por basura. !!!!
    Adriana, gracias por el link. Conocia la campaña porque el anuncio lo ponen mucho en la tele y en la radio. El de la tele tiene un diseño y grafismo muy de videojuego (o de playstation, tipo SuperMario Bross) y es imposible verlo dos veces sin que se te pegue el “possibilities are endless!!”. El anuncio está muy bien de ritmo y de enfoque (da datos concretos, pero no se hace pesado). La única pega es que para mi resulta muy evidente que el doblaje lo ha hecho una señora de edad madura (la voz del muñeco que representa a un chaval que va en monopatín) y justo en esa coda final se hace tan claro que me imagino a la vieja frente al micrófono. Puede que me equivoque o que como últimamente oigo mucho la radio la voz me suene demasiado familiar. Creo que me marcó descubrir que la madre de un conocido mío ponía voz a la abeja Maya… . Desde entonces ya no me creo los dibujos animados jajaja.

  4. Rafa, se me olvidaba. Si, es curioso eso de que haya huecos en el proceso de reciclaje. Yo me pasé un montón de tiempo guardando las pilas gastadas. Durante meses no fui capaz de encontrar ningun contenedor específico. Hace poco descubri que algunas tiendas de electronica y electrodomesticos (Currys) tienen contenedores junto a la caja (lo comento por si a alguien le es útil ;-))
    Investiga, Rafa, que además de ahorrar pasta mancharemos un poco menos.

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