Más superpoderes de mi madre

El otro día os contaba sobre el superpoder de mi madre para dar nombres alternativos a fenómenos como Twitter. La cosa no queda ahí porque tiene en su haber otros bautismos más claros en su intención: el “Gran Hermano” de Mercedes Milá se llamaba muy oportunamente “La casita de la bruja”; el programa de cine de José Luis Garci (llamado “¡Qué grande es el cine!”) recibí­a el nombre de “Los magistrales”, dado que el 90% del tiempo lo dedicaban los contertulios a declarar que tal escena era “magistral, magistral” o lo magistrales que eran las piernas de Cyd Charisse y Tómbola era por supuesto “Los maleducados”.

Lamentablemente ahora creo que pocos programas se libran de pertenecer a la categorí­a “maleducados”, cuando no ingresan directamente en la categoría “juzgado de guardia”.
Pero en fin…

Semana Santa 2011: un malentendido

Se acaban ya las vacaciones de Semana Santa para muchos españoles (aunque otros tienen también el lunes) y yo no sé vosotros, pero para mí estos cuatro días de tormentas, cielos encapotados y redes encapotadas, más que unas verdaderas vacaciones han sido un malentendido.

Me explico. Un@ tenía entendido que Semana Santa casaba bien con playa, procesiones o con los viajes al extranjero. Pero la lluvia ha borrado el plan de playa y de procesión para miles de personas. Las nubes grises nos han acompañado desde el miércoles hasta hoy, en diverso grado de grisura y carácter plomizo. Y hablando de plomo se me viene a la memoria la imagen de la copa del Rey cayendo a plomo de las manos de Ramos desde lo alto del autobús camino de la Cibeles para ir a para justo a las ruedas del autobús.

La Copa del Rey “en manos” de Sergio Ramos.

Debió de ser un malentendido general (o trampantojo en este caso) porque según explicó el propio Ramos en su Twitter no es que él soltara la copa, sino que al ver tanto madridista junto la copa saltó de júbilo (cita exacta: “Buenos Dí­as a todos amigos…!!!Lo de la copa fue un mal entendido, no se cayó…salto ella cuando llegó a Cibeles y vio tantos madridistas…”; aquí la reacción de usuarios de Twitter).

Por otra parte, si en Semana Santa te quedas en tu ciudad y llueve, un@ tiende a pensar que una alternativa apetecible es quedarte leyendo libros o en Internet. Pero aquí­ el malentendido continúa y adquiere incluso tintes surrealistas.

Resulta que according to Twitter (y concretamente a Enrique Dans), “la nube”, esa super puntera red de superservidores mundiales  estratégicamente deslocalizados que dan soporte a Amazon y demás han sucumbido a un evento no previsto de back-up masivos que ha hecho caer la Red. Así­ que quienes hemos aprovechado estos días para bucear en la Red a través del Iphone o de la WiFi nos hemos topado con una conexión a pedales en el mejor de los casos (y con ninguna conexión en absoluto a ratos). Pensábamos que era cosa del tiempo, pero era cosa de “la nube”.

Al parecer todo podría deberse a una explosión solar, pero en esta época de malentendidos lo más seguro es que no se sabe.

La frontera entre lo sublime y lo ridí­culo

Veo en El Paí­s la noticia de una modelo que fue arrestada por posar desnuda en la sala de armas del Met (el muy respetable Museo Metropolitan de Nueva York) para el fotógrafo Zach Hyman y al empezar a leer la noticia pienso que hay algo refrescante en la propuesta.

Al parecer, Hyman ya habí­a fotografiado a modelos desnudos en otros espacios representativos de la Gran Manzana neoryorquina como el Metro o Times Square para su exposición titulada Decent Exposure en la que reflexionaba sobre el desnudo en el espacio público y trataba de reflejar las reacciones de los espectadores. La cosa es que fotógrafo y modelo entraron en el museo acompañados por un cámara de la cadena NBC, de forma que la escena quedó inmortalizada y se puede ver en una entrega del programa Just Enough (en inglés), pero bastante distorsionada por aquello de la prohibición de mostrar desnudos en los medios norteamericanos.

La idea del fotógrafo, que desde un punto de vista metafórico o literario resulta sugerente (la piel desnuda delante de esas armaduras medievales brillantes, protegidas bajo sus vitrinas o junto a los desnudos de las esculturas clásicas), me parece que termina quedando convertida en una provocación tonta, de niño que enseña el culo a las niñas de un colegio de monjas, pero encima hace todo un montaje para no tener problemas y para darle un barniz de experimento sociológico. Basta con ver el vídeo: fotógrafo y modelo entrando en el museo de la mano como si fueran una pareja… y luego en la Sala de Armas del museo el tipo de rodillas sacando fotos y una especie de gota borrosa gigante bajo la que se adivina el cuerpo desnudo de la modelo.

Aunque la noticia se daba en una sección llamada “Just Enough” que vendrí­a ser algo como “¡Demasiado!” (el reportaje del tal Kent Jones está muy bien hecho, por cierto; los elementos y el orden elegidos son los idóneos; habrá que seguirle la pista al The Rachel Maddow Show de la NBC) yo creo que deberí­a llamarse “Hardly Enough” o “Apenas suficiente” o en plan ya un poco más castizo, “La hora del quiero y no puedo”.

Por supuesto, cabe decir que esas limitaciones tienen que ver con la normativa de los medios de comunicación de un paí­s tan puritano como los Estados Unidos, pero eso ya lo sabí­a Hyman, consciente de la que se montó con el “incidente” del pecho de Janet Jackson en la Superbowl de 2004.

Yo aprendo inglés porque estudio en inglés

O Las patas de la niña, las piernas de la mesa.

Mi queridísima Esperancita sigue con su empeño de que en Madrid las generaciones futuras hablen inglés por los codos, empeño loable, pero que tiene problemas de ejecución importantes, de los que se podría hablar largo y tendido, pero hoy sólo quiero tocar un aspecto.

La cuestión es que para extender el uso del inglés ha puesto en marcha su iniciativa de colegios bilingües concertados, en los que la mayor parte de las clases (salvo Lengua y Matemáticas) se imparten en inglés. De forma complementaria, también ha fomentado un acuerdo de La Otra, el segundo canal digital de la Comunidad con algunas productoras audiovisuales, para que emitan dibujos animados en inglés en horario infantil.

Pizarra negra con texto en inglés

Nada que objetar sobre eso, pero la cosa es que recientemente la campaña de los colegios bilingües ha arreciado y nos han empapelado el metro y otros lugares con un cartel muy mono, de una niña muy mona, morena y con ojos almendrados que nos comunica lo siguiente en un texto de cuerpo 60: “I learn English because I study in English” y debajo, y aquí viene lo sangrante: “Yo aprendo inglés porque estudio en inglés”. Acabáramos, ahora va a resultar que en español el pronombre siempre acompaña a los verbos en forma personal.

Yo me llamo Elsinora, ¿cómo te llamas tú? Yo llamo por lo del anuncio. ¿Tú tienes cambio para la máquina? ¿Cuántas hijas tienes tú? Si estas frases no te suenan marcianas, entonces es que TÚ tienes un problema. Te lo digo YO. Sólo espero que a los niños que se eduquen en esos centros nunca dejen de parecerles de otra galaxia.

La versión audiovisual del anuncio (que no he podido localizar en Internet para enlazarla, sorry), está más lograda: salen diversos niños pronunciando frases a medias que el siguiente completa. Hay variedad visual, racial, de edades y de acentos. Los hay con un inglés perfecto y otros con uno “apañado”, y claro a estas alturas de la película, con lo que hemos oído y leído, un@ puede preguntarse cuántos de estos niños realmente estudian en un colegio bilingüe concertado madrileño. No me extrañaría nada que pasara como con la campaña aquella para promocionar el turismo en la Costa Brava que usaba una fotografía de una playa espectacular ¡del Caribe!