¿Os habéis fijado en la nueva cabecera del blog? Los que tengáis buena memoria recordaréis que los tonos anteriores eran tirando a azul y no de este tono de fuego. He aplicado este cambio por dos motivos, porque la cosa está que arde 😉 y porque al ir a actualizar esta mañana la barra lateral ya no presentaba un rectángulo en blanco donde debería aparecer el archivo de post anteriores y las categorías como me ocurrió hace un par de días sino un recuadro lleno de anuncios de Google.
Después de arder en indignación contra Google y sus métodos “criminalísticos” he pedido ayuda y lo he solucionado (al parecer no es culpa suya, sino de algún hacker dedicado a hacer unos euros con la publicidad en sitios ajenos o quizá del diseñador de la plantilla que uso, que es gratuita), pero ya de paso he cambiado un poco la apariencia. Con la modificación hemos recuperado los acentos en los títulos de sección (ahora dice Páginas y no el exabrupto de antes) pero seguimos teniendo problemas para que se muestren las fotos de post antiguos (tendremos que solucionarlo).
En fin, creo que se impone actualizar el post sobre Cómo reconocer a un bloguero, añadiendo los sustos que nos llevamos a la hora de querer publicar o de gestionar el blog además de lo que he aprendido en estos seis años sobre las “egorías” de los autores de bitácoras.