Aquí­ Elsinora Cara Pantalla

Aquí­ Elsinora Cara Pantalla protestando más que reportando desde la Pérfida, más Pérfida que nunca desde que el destino me ha puesto a los bancos por el camino. Sería muy largo de contar pero básicamente la cosa es que si uno se descuida lo mínimo el día 14 de diciembre, catorce dí­as antes de que vayan a cargar el plazo de la matrí­cula del Master, le cierran la sucursal del banco a las 2, los cajeros no permiten ingresar en tu cuenta, sólo sacar, tú te vas al día siguiente a Madrid, las transferencias internacionales cuestan una pasta, no llegas a la sucursal de horario extendido porque no es tan extendido y está lejos, preguntas en secretaría y les dices que tienes la pasta calentita pero que el banco está cerrado, que si te hacen el favor de cogerte el siguiente plazo de la matrícula pero te dicen que lo lamentan mucho pero que no aceptan cash y que además la orden de Direct Debit ya ha sido cursada (¡14 días antes!) y que mucho sorry y que hable con mi banco, mi banco está cerrado (vale, sí, podría buscar el teléfono de banca online, pero menudo lí­o, tengo que decidir algo y tiene que ser rápido) y yo alterno mis cábalas administrativas (que más bien parecen combinaciones de la bonoloto destinadas al desastre) con mi búsqueda de bibliografía para el essay inminente, me bastará nuestra minibiblio o tengo que ir a la biblioteca borgiana del centro (leer aquí Biblioteca de Babel) para conseguir más libros, papeleos para el nuevo trimestre, notas mentales sobre qué meter en la maleta, anulo la clase de hoy con Yoko o no (leer aquí­ primer artículo sobre mi alumna japonesa), pido un sobre por si al final decido usar el viejo truco del sobre por debajo de la puerta con la nota de ingrésese en mi cuenta, pero lo descarto por razones de seguridad y porque supongo que debería acompañarlo de una fotocopia de mi carnet de la facultad para identificarme y la fotocopiadora tiene una cola enorme, barajo otras alternativas que al final no cuajan pero hacen perder tiempo y los nervios. Decido que mi casera es la solución (ya digo, muy dotada para combinaciones de la bonoloto que nunca ganan) la llamo, le cuento la película pensando que para ella no será ningún problema ingresarlo u ordenar una transferencia virtualmente o in person dado que tiene una cuenta inglesa. Tras muchos avatares y tres semanas descubrimos que los de su banco son unos inútiles y que los del mío han devuelto el recibo de la facul y muy ofendidos por ser pillados en falta (mi falta, mi descubierto) han decidido cargarme 38 libras por su mancillado derecho al honor y la buena imagen (el Natwest siempre paga sus deudas, debe ser su lema). O sea, que no me solucionan nada y además me penalizan. Ahora la facultad me pasará a la lista de morosos y me denegará el pago aplazado. Mi casera corrió hace un par de días a hacer el ingreso desde un cajero, pero aún no se refleja en mi cuenta y además de poco sirve. Eso sí­, me he quedado muy a gusto cuando ante la incomprensión y la falta de humanidad de mi agente de overdraft (descubierto) al que he llegado tras si le pica el pie pulse cuatro y cuál es el tercer digito de su pin le he dicho muy digna y mentalmente “a mi blog vas a ir”. Y por eso lo cuento, para que no se diga que no hago lo que prometo y que no pago lo que debo. Ejem.
P.S. Lo de Cara Pantalla viene a que últimamente curro intensivamente frente al ordenata. Hasta ahí­ puedo leer.

9 respuestas a «Aquí­ Elsinora Cara Pantalla»

  1. Pues que se fastidie el agente, ojalá le manden a galeras o mejor dale tu teléfono y cuando te llame le sueltas: “Si es usted un borde, pulse 1; si es de nacimiento, pulse 2; si en su casa no lo saben, pulse 3…” y así hasta que te despaches.
    Hasta pronto, Cara Pantalla, sigo disfrutando cada línea de tu chat.
    Miles de besos…

  2. Qué me vas a contar a mi.
    De primero, cuando ves una oficina de Natwest, deberías cambiarte de acera.
    Segundo, si hay fiestas de por medio te cobran y a correr, que dinero en el bolsillo es dinero seguro.
    Tercero, en este bendito país lo único que tienen son buenas palabras y “sorries” pero lo que es idea, iniciativa, sentido común, y genuinas ganas de ayudar, nada de nada. Yo me quedé sin ceremonia de graduación (a la que tenía bien pocas intenciones de ir) porque a alguien se le olvidó que si ya tenía nota final, significaba que había terminado el master. Así que se lo dije, me pidieron perdón y se acabó, pero la fecha límite para la ceremonia se había pasado.
    Y lo último, mucho cuidadito con los trabajadores de banco. La mayoría son brokers wannabies sin idea de nada.
    Ah, y siento decirte que ese descubierto ya te ha puesto en la lista negra. Olvídate de tener teléfono de contrato.

  3. No habia caido, pero asi es, me han puesto en la lista negra. A lo mejor hago caso a mi casera (foneticamente parece lógico) y escribo una carta de protesta a Natwest y otra al banco de mi casera y otra a mi facultad contando que la transferencia se ordenó (tenemos pruebas) y que luego los simpáticos de ellos (de la building society de mi casera, que lo suyo no es propiamente un banco) la denegaron, sin encomendarse a nadie ni avisar, por razones de seguridad. No sé si va a merecer la pena, porque tenemos todas las de perder y esto es un rollo. En cualquier caso los de secretaría de la facultad ya no me “ajuntan” y me va a tocar pagar el resto de plazos de golpe además de la multa por el derecho a quedar bien de Natwest.
    Lo del teléfono de contrato me da más bien igual. Me apaño perfectamente con el de tarjeta “guarripei” que tengo. Pero no me mola estar en la lista negra, la verdad. Y es posible que eso me meta automáticamente en la lista negra española…
    Menuda eficacia con tu ceremonia de graduación, sirvientes.

  4. Adelante con las cartas de queja. Funcionan, créeme. Y no escatimes en mala leche. Es la única lengua que entienden. No uses palabrotas, pero si usa palabras como “I feel insulted” o “This is not the level of service I expect from a company like you”. Si tienes pruebas hazlo, y eso te va a dar defensa en caso de que ese descubierto aparezca en el futuro cuando menos lo desees. Si todo va bien, vas a recibir una carta de disculpa, y eso vale su peso en oro en este país de referencias y listas negras.
    Y no, eso no te va a meter en la lista negra española. En España la Ley de protección de Datos está hecha para protejer tus derechos, no para exponer tus datos privados.

  5. Gracias por el consejo. La escribiré cuando baje mi nivel de agobio (ahora es lo que me podía faltar ;-))) si es que eso ocurre alguna vez.
    Las malas lenguas hablan de listas negras también en España. Funcionan, al parecer, aunque sea de manera no oficial. Es una de las cosas que consideran a la hora de darte un crédito o no, según tengo entendido (de buena tinta, desgraciadamente).

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