Cómo ser la envidia de la ofi

¿Cómo fardar en tiempos de crisis? Elsinora ha investigado y hoy te trae un fantástico Briconsejo que hará que tu popularidad en tu entorno suba como la espuma. Si quieres ser la envidia de tu oficina estos dí­as de sol y montañas cubiertas de nieve lo tienes muy fácil y apenas necesitas gastar. Haz como yo: el fin de semana búscate una terraza con sol, con una mesa de acero, pídete algo de beber y ponte tus maxi gafas de sol y charla relajadamente con una amiga o amigo (Simoneta fue la cómplice perfecta en este caso, ¿verdad, S?). Al rato, cuando consigas que la camarera te cobre en ese mar de mesas atestadas de gente y te levantes tendrás cara de perfecto esquiador/a: nariz, frente y mejillas y hasta la barbilla quemadas y un gran blanco en la zona de las gafas. Eso sí­, ten la precaución de no exponer los brazos al sol, que el moreno Agromán te echaría por tierra tu bonita historia sobre que has pasado el finde esquiando, o sea.

Y en fin, luego es un rollo andar echándote crema todo el dí­a, pero, en fin, o sea, ya se sabe que la fama cuesta.

2 respuestas a «Cómo ser la envidia de la ofi»

  1. ¿De repente, otro mapache?
    Siempre dispuesta a volver a ser la cómplice perfecta, ya lo sabes.

  2. Un mapache rojiblanco, efectivamente (o rojinegro con las gafas puestas), aunque de una especie con una cara no hinchada… Al final me voy a tener que pedir la doble “nacionalidad” humano/mapache 🙂

Los comentarios están cerrados.