Madrid en la distancia

El nuevo plano del metro de Madrid revuelve la fauna del Foro

Como se sabe, la fauna madrileña está poblada mayoritariamente por gatos. Bajo la luz de un dí­a normal la diferencia de los matices del pelaje de estos gatos pasa inadvertida si permanecen en silencio. Pero en cuanto una noticia salta de los periódicos a la calle todo castizo que se precie se convierte en un analista experto del tema de moda y se dedica dí­a y noche a informar a quien tenga delante de las implicaciones de cualquier cosa, por ejemplo, el nuevo plano del metro de Madrid. Ochenta bocas nuevas que tienen su eco en unos cuantos personajes, más o menos bocazas.

Seguro que con alguno de ellos te has cruzado o te cruzarás en los próximos dí­as. O incluso puede que te reconozcas en alguno de ellos. No pasa nada, eres especie autóctona protegida.

El tradicional: Menuda birria de mapa, tan alargado y menudo lí­o. Todo como muy moderno, como escurrido. Es como esas historietas con dibujos de los jóvenes. No parece serio ni nada. Ya ni los planos parecen planos. Donde vamos a ir a parar. Menudo follón. A quién se le habrá ocurrido.

El cenizo obsesionado con el euro: Buena gana de cambiar ahora todos los planos de todos los vagones y todos los andenes. ¿Tú sabes lo que cuesta eso? Menudo pastón y qué cosa más tonta. ¿Qué será lo próximo? ¿Poner los nombres de las calles en inglés para que los turistas las entiendan?

El desconfiado: Menudos listos son estos. Esto lo han montado para hacerse de oro. Algún pariente de la presidenta o del alcalde se va a hacer de oro. Te lo digo yo. A mí­ esto de Raro Diseño donde el copyright me parece demasiado raro. ¿Quién se pone un nombre así­? Es un nombre que tira para atrás. Nadie normal te contrata con un nombre así­. Eso es un nombre inventado. Una tapadera. Me suena a timo de los grandes. Mí­rate la razón social de los diseñadores o de los de la imprenta y verás apellidos que te resultan familiares, no de tu familia, sino de la familia de la Espe, vamos. Seguro. Aunque la verdad tiene todo un rollo demasiado moderno para la Espe, para mí­ que es cosa de Gallardón. Segurí­simo. Es un gol que le ha metido a la Espe para vengarse de la caña que le mete en Telemadrid. Lo que yo te diga.

El inconformista: El mapa de antes no me gustaba, pero éste es aún peor. Parece poco serio. Como dibujado por un niño siguiendo el diseño del Lego o de un pinball. Vamos, que en lugar de enterarte de a donde vas acabas jugando a los marcianitos. No aciertan los tí­os. Con la de millones que le pagarán a los de la agencia, hay que ver.

El enteradillo pateador del diccionario: Pues he leí­do yo que este sistema es mucho más racional y “omnisupresivo”, vamos que lo comprende todo, Madrid de arriba abajo. El de antes no recogí­a las proporciones reales y éste tampoco, pero es más ordenado y da más espacio entre las estaciones…

El enrollao: Es de lo más cool. Ya era hora de que se modernizara, hombre. Hay que estar con los tiempos. Me mola el Sooool ese gritado en el bocata del centro, bien clarito y me mola el Manzanares futurista este que se han montado. Mola mazo. Madrid, una ciudad moderna con un mapa de metro moderno. Guay. Entre eso y los búhos nocturnos estamos como queremos. Solo falta que “desprohí­ban” el botellón y que me suban la paga mis padres. Dabuten. Mola mazo. Viva el metro del futuro.

El empollón: Veamos. A primera vista parece un plano bien pensado porque distribuye los elementos, pero considerado desde el punto de vista de la exactitud de la representación…

El que se orienta fatal: Llevo años para enterarme de cómo va el metro según el mapa antiguo y además con tanta estación nueva menudo follón y ahora por si fuera poco me cambian el plano, qué follón. También es mala suerte.

El snob: Pues el de Londres es mejor.

El ecologista: ¿Qué va a pasar con todos los planos viejos los de mano y los de pared?… Cuánto papel y cuánta tinta y cuánto adhesivo. Qué tóxicas son estas cosas. Y cuántos árboles habrá que tirar para esta cosa que se han montado de repente. Nos estamos cargando el planeta.

El ególatra: A ver cómo sale mi estación. ¿Se ve bien grande? Bueno, no está mal. ¿Se ve que vivo en una zona muy bien comunicada? Porque yo vivo en pleno centro, ¿eh?

El clarividente: yo no lo he querido ni mirar. Yo al PP ni agua. Pero seguro que es un horror. Nada bueno se puede esperar de estos pedazo de… Y menos en campaña de las municipales. Todo está tan politizado que da miedo. La gente ya no ve lo que tiene delante de sus narices sino sus prejuicios. Qué pena de vida.

El adicto a la Play Station: pues, mira, si pillas desde Sol piun piun metes la directa a Plaza y luego chunchun terminas en Alcobendas o si te mola más el rollo flipper, pues tiras de joystick y te metes en un bucle entre Noviciado y “Condecasal” y como un conejito de Duracell, tí­o, que dura y dura y dura. No sé cuántas pantallas, vamos cuántas estaciones tiene ahora el metro pero parece que da para una partida, vamos para un viaje largo, vamos.

El aficionado a las teorí­as de la conspiración: Es increí­ble la cantidad de estaciones que han construido sin que nadie se entere. En la T4 y todo este nudo del Norte, Las Tablas y demás. Han montado su red de búnkeres bajo tierra con las M40 y demás y ahora está montando su movida con el metro. Este tí­o se está preparando su refugio para que cuando todo estalle poder ir a hacer sus compras y sus cosas. Y los helicópteros, siempre hay helicópteros siguiéndome, no me dejan en paz. Seguro que los helicópteros están relacionados con los búnker. Son los que les informan. Seguro.

© Elena Alemany, 2007.

8 respuestas a «Madrid en la distancia»

  1. Te falta “el enterao” (así­, a secas), que dice:
    Al desconfiado le faltan algunos datillos, ¡pero qué ojo clí­nico tiene el tío!

  2. Bien visto, Teresa, aunque yo creo que si el enterao tuviera acceso al resto de opiniones, no se limitaría a opinar sólo sobre el desconfiado, sino que harí­a un repaso a todos. Se nos complicarí­a la cosa, porque al final será­n variaciones o permutaciones de n elementos tomados de x en x. Vamos, que regresamos a Borges y sus mundos múltiples y laberí­nticos en un tres por dos. O a Aquí­ no hay quien viva, si te quieres acercar más a Jardiel.

  3. Ya. Lo que pasa es que el enterao, está enterao. Y en consecuencia, el resto de las opiniones, las ve a la luz de lo que sabe, y de lo único que tiene ganas es de informar de ello al resto, y serían los otros los que modificarían sus opiniones a la luz de las nuevas news proporcionadas por el enterao.
    ¿Nos vamos enterando…?
    Bueno, no importa.
    NOTA: el enterao dice que también comparte la opinión del ecologista, aunque en este caso, en habiendo nuevas estaciones, de nada servirían los viejos planos aunque conservaran la vieja estética. De cualquier manera habría que talar árboles y contaminar con adhesivos si no se quiere tener gente errante por kilómetros y kilómetros de andenes.

  4. El parianeil: Pues menos mal que en tu link se ve más grande, que a mi han regalado una versión en calendario de bolsillo y ni con lupa. Gracias, Elsinora. Por fín he ubicado Lavapiés.

  5. El éxito del enterao no está para nada garantizado y menos en un paí­s de tertulianos como España. De hecho, la presencia de enteraos “dominantes” puede estimular la aparición de enteraos secundarios o reactivos. Gente que no se consideraba enterada del tema o que tenía una postura más prudente de repente siente que tiene que decir algo porque las tonterías están llegando demasiado lejos (o porque les toca las narices la actitud de “déjame a mí­”). La figura del enterao despierta muchas reticencias, aunque tambén puede crear su publiquito de seguidores. Vamos, que el conflicto está servido. (Por cierto, Teresa, te veo muy metida en el papel de enterada, cuidadí­n cuidadí­n :-))).

    Parianea: de nada. Una reacción sensata en medio de esta “fauna” madrileña…

  6. No es gratuita la cosa. Repasa lo que dice tu “desconfiado”, repasa la vida laboral de algunos amigos tuyos, aplica una regla de tres y ¡tachaaan! deducirás que el enterao no es precisamente un enterao de tertulia (por eso yo lo llamaba el enterao “a secas”).
    Y no pienso pedirle al enterao que dé los “datillos” en tu blog. No señor.
    La clave está en: el enterao no estaba haciendo un juego de palabras. estaba diciendo una verdá. Así­, en cheli. Pero eso no es carne de tertulia.

  7. el que se orienta fatal podria ser yo, tarde un siglo en tomarle la onda, al de mex.

  8. Teresa, leí­do en clave oracular ya veo por dónde vas (una nueva función para los monólogos humorísticos)…
    Parianea ¿qué hache? :-))
    Paola, bienvenida al club de las que no se orientan muy bien. Tendremos otras virtudes… digo yo :-))

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