Las muñecas de Famosa

Soy una muñeca de Famosa. Es un efecto colateral de mi última clase de Pilates, aunque dada la ubicación de las agujetas principales sería mejor decir que es un efecto posterior o trasero, más que colateral.
La cosa es que pese a la ignorancia en la que vivimos la mayor parte de las oficinistas del mundo occidental, esa zona en la que uno se sienta y se aplica crema anticelulítica y en la que apenas te fijas salvo cuando sufre cambios drásticos (aumentos y disminuciones de volumen, mayormente) o cuando te da por comprar lencería, existe una serie de músculos “deseosos” de ser desarrollados, ávidos de tomar parte en movimientos básicos de Pilates, relacionados con la movilización o inmovilización de la pelvis (otra zona que también tiene lo suyo) y muy vinculados a la correcta flexión de la columna (o algo así nos explicó la nueva profesora de Pilates anoche).
Aunque en épocas de frenesí­ con la elíptica habí­a descubierto ciertos músculos en esa zona general llamada glúteos, hoy he descubierto a sus primos menores. Se les reconoce porque están tensos. Tengo dos tiras muy tirantes en los laterales del trasero, como una tensa jarcia que uniera los isquiones con otra cosa, así­ que camino un poco como una muñeca de Famosa.
La sensación me trae a la memoria esos muñecos que hací­amos de pequeños con piezas de contrachapado y cuyas articulaciones estaban hechas con una especie de argollas metálicas. Tengo agujetas más leves en la parte posterior de los brazos y también en la parte posterior de las piernas. De ahí lo de efectos posteriores o traseros, más que colaterales. Y yo que me creí­a una persona “echá p’alante”. Ver para creer.