La economía explicada por medio de vacas

Hace un tiempo publicaba un post titulado “Two Cows in Trouble or International Economics for Beginners“, basado en un mail que me remitieron en inglés, y del que también hice versión en español con el título “Economí­a internacional para gente de campo” Ahora me llega por el mismo medio pero en español (gracias, Don Antoine), la siguiente versión que presenta algunas adaptaciones a la coyuntura actual. (Editado para añadir una nueva ocurrencia: el último apartado sobre la Economí­a de Elsinoralandia).

Además de volver a echarme unas risas con la ocurrencia y reparar en las diferencias (lo del Vakimon japonés es un hallazgo; aunque a cambio perdamos la economí­a surrealista), me pregunto, ¿de dónde salen estos textos? ¿quién los va transformando? ¿es todo producto de la iniciativa de particulares?
En fin, ahí­ va.

Dos vacas en un prado
Gerhard Gellinger – Pixabay

Socialismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te obliga a darle 1 a tu vecino que no tení­a vacas.

Comunismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te DA algo de leche.

Fascismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te VENDE algo de leche.

Nazismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te dispara en la cabeza.

Sistema basado en la burocracia:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.

Capitalismo tradicional:
Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas.
Vendes las vacas y ganas dinero.

Capitalismo moderno:
Tú tienes 2 vacas.
Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco.
Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañí­a. El informe anual afirma que tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.

Economí­a japonesa:
Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas “Vakimon” e incomprensiblemente, te haces millonario.

Economí­a alemana:
Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingenierí­a consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.

Economí­a rusa:
Tú tienes 2 vacas.
Cuentas y tienes 5 vacas.
Vuelves a contar y te salen 257 vacas.
Vuelves a contar y te salen 3 vacas.
Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.

Economí­a china:
Tú tienes 2 vacas.
Tienes a 300 tí­os ordeñándolas.
Explicas al mundo tu increí­ble ratio de productividad lechera.
Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.

Economí­a iraquí­:
Tú no tienes vacas.
Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el paí­s.
Tú sigues sin tener vacas.

Economí­a suiza:
Hay 5000000000 vacas
Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.

Economí­a francesa:
Tú tienes 2 vacas.
Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del paí­s, porque tú lo que quieres son 3 vacas.

Economí­a neozelandesa:
Tú tienes 2 vacas.
La de la izquierda te parece cada dí­a más atractiva.

Economí­a española:
Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están.
Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar en el que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto.

Economí­a mexicana:
Tienes dos vacas. Te roban una. Y de la otra pagas el impuesto por tener derecho a tener una vaca y con la sequía no ha dado ni una gota de leche (aportado por Paola, al hilo de la primera versión en español).

Villa Elsinora:
No sabes muy bien cómo ha ocurrido, pero tienes 2 vacas, así­ que las observas atentamente durante un par de horas y de repente sientes la necesidad compulsiva de comprarte decenas de libros sobre vacas, tipo “Las vacas son nuestras amigas”, “Cómo escribir sobre vacas y comentar cuadros de vacas” (de John Berger), “Las vacas y Schopenhauer”, “Vacas sagradas”, “Vacas y omega 3”, “Comparatismo bovino para principantes”, “Pedagogí­a para vacas sensibles” o “Saque el mejor partido de su vaca”, “Pilates para vacas”, “Acupuntura para vacas” en diversos idiomas y te dejas el sueldo encargándolas por Amazon, luego, como no puedes esperar hasta que lleguen, te pasas el dí­a leyendo en Internet información contradictoria sobre las vacas y dudando de si serán de la raza que tú crees que son y preguntándote si no estarás exagerando en tu afán de conocimiento.

Al dí­a siguiente, cuando empiezas a tener claro qué comen, cuánto duermen y cómo se tienen que cuidar empiezas a preguntarte si podrán ser felices aquí­ contigo, urbanita perdida y lectora compulsiva, y además notas que desprenden un olor tirando a desagradable y que además, tampoco se puede decir que sean animales muy animados. Vale que sean monas y maternales, pero son realmente aparatosas y torpes, así­ que antes de que te lleguen los libros de Amazon sobre vacas has perdido el interés en tus dos vacas y estás pensando qué hacer con ellas y qué otra nueva experiencia fantástica (y peregrina) puede estar esperándote a la vuelta de la esquina y qué libros te vas a comprar con esa nueva temática.

 

2 respuestas a «La economía explicada por medio de vacas»

  1. Mundo Parianea:
    ¿En qué estado mental compré mis dos vacas? ¿Donde andarán? Espero que se encuentren cómodas en algún lugar y que me informen para ir a verlas, porque lo que se dice en mi apartamento, no caben.

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