La cocina de fusión según Elsinora (I)

El viernes terminé una parte de mi trabajo carapantallil y consideré que me había ganado dos lujos. El primero era dar clase de español a Yoko, tras varias sesiones anuladas por agobio de curro mío o de estudios suyo. Y el segundo era no currar después de la clase. Oh gran lujo entre los lujos, dejar de currar a las seis de la tarde. Como era viernes y Yoko vendría a casa para la lección, decidí proponerle que se quedara a cenar, ver un DVD y demás. Pensaba hacerle cualquier cosa rápida pero acordándome del gran interés que había demostrado por la cocina española y en plan celebración de final de etapa (de etapilla) porque yo lo valgo me puse a darle vueltas a posibles opciones y decidí irme de compras porque el carapantallismo no se lleva bien con las despensas bien surtidas (para qué vas a comprar si no tienes casi tiempo para guisar). Yo quería hacer algo español porque Yoko siempre me pregunta sobre cosas típicas y a la vez darle salida a las cosas que tenía en la nevera (unas pechugas de pollo del Coop, mayormente, de las de 2×1) porque ya se sabe que cuando uno vive solo tiene que ir con el calendario por delante cuando decide qué comer. La tortilla de patatas me daba pereza, tanto física como escénica: al final es lo que acabo haciendo siempre para los invitados extranjeros y además como hago las patatas a fuego muy lento el proceso se eterniza (sale muy buena, eso sí).

tortilla

Pero como tú propones y los dependientes con carisma disponen, acabé comprando unos mejillones congelados gigantes, de Nueva Zelanda (me costaron una pasta, eso sí), pimiento rojo español, una especie de spring onions (cebollas alargadas) muy grandes, tailandesas, chorizo español en lonchas (que resultó ser picante y ahumado), aceitunas negras, tomatitos de viña (o de mata, creo que se llaman en español ¿alguien que lo sepa en la sala?), lemon grass (ramitas que huelen magníficamente a limón que se usan en la cocina asiática para guisar), sweet basil (¿basílico dulce?) unos snack tailandeses muy populares según la dependienta carismática consistentes en cacahuetes recubiertos de una pasta más bien dulce-salada, con su nota de coco, chips de piña, plátano y otras frutas tropicales (excelente, buenísimo; os apuntaré la marca porque merece mucho la pena), un bote de salsa de chile tailandés para mariscos, una cerveza, un par de Cocacolas (una de ellas light por si acaso), una ensalada de esas envasadas y compuesta por todo tipo de vegetales (watercress, frisee, etc etc; no especialmente española, la verdad, imposible conseguir un cogollo o lechuga normal, en las delis de la zona, oiga) y creo que eso es todo.


Quería haber comprado alguna cosa japonesa en plan detalle, pero sólo tenían cosas chinas o coreanas, de ahí los snacks de cacahuetes y las frutas tipo chip, que me parecieron vicios saludables. La parte de fusión consiste en…
Continuará

4 respuestas a «La cocina de fusión según Elsinora (I)»

  1. Holaaa
    Que se me ha antojado todo lo que describes !
    Esas papas se ven deliciosas.
    Saludos a Yoko !

  2. Gracias por la nota, Simoneta. Por lo visto se dice de rama y en rama (y yo con estos pelos). En inglés dicen “vine tomatoes”, siendo “vine” o bien viña o plantas trepadoras…

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