Haciendo nostalgia o haciendo hambre

Marx, yo y muchos más sabemos que somos lo que comemos, así­ que a continuación voy a hacer una lista de mi comida favorita de La Pérfida. Aunque a algunos os parezca imposible, en Inglaterra se pueden comer cosas estupendas (lo cual no significa que sean inglesas, pero all the same) eligiendo bien en el supermercado y poniéndole mucha imaginación.

Para nada quiero decir con esto que la gastronomía inglesa me parezca buena, completa ni nada parecido. Tiene buenos asados, repostería y mermeladas y poco más. Nada que ver con la española o la italiana, por ejemplo. De hecho el plato nacional inglés es el pollo tikka massala, indio. Sin embargo, en Londres se puede comprar casi cualquier cosa (teniendo un buen presupuesto) y si lo sabes cocinar (o miras la receta en internet, por ejemplo o en el libro clásico de Simone Ortega) puedes preparar lo que sea. Lo siguiente son cosas que me encantan de aquí­ y que echaré de menos cuando regrese a España en septiembre.

-Latas: el mackerel (caballa) de John West, en cualquiera de sus formas, pero especialmente en aceite o salsa de tomate. Por algún motivo siempre me ha encantado la caballa en lata (me gusta mucho más que a la plancha o de cualquier otra forma). Debe ser porque los omega 3 se concentran o algo parecido (o porque la conserva rebaja el sabor a pescado). Es un pescado muy sano y barato. El atún o tuna de J. W. buenísimo también, especialmente la ventresca en aceite. Lonchas rosaditas que se deshacen en la boca… También tiene omega 3 que facilita la concentración y disminuye la inflamación y disminuye el colesterol “malo”.

Yogures, leche y mantequilla. Los lácteos de aquí­ están muy buenos. Buen pasto y diferente forma de procesar la leche: aquí pasteurizan  más que uperisan (se distinguen visualmente porque van en bote de plástico en lugar de tetrabrick), con lo cual la leche aguanta menos pero está más rica. La leche la tomo con café, con lo cual tampoco es que la saboree mucho, pero los yogures son llamativamente buenos. Yeo Valley, Rachel Organics y Onken (que no es inglés) son mis favoritos. Incluso las versiones low fat (desnatadas) están muy buenas. Ah y el yogur griego con miel del Sainsbury, bocatto di cardinale, pero bastante cargadito de calorí­as, eso sí­. La mantequilla irlandesa Kerrygold es una pasada. No la compro porque es un abono al michelí­n, pero hacerte una tostada de pan integral con ella y mermelada de raspberry para el desayuno es un lujo.

Pasta fresca del Sainsbury, tortellini de espinacas y ricotta o queso de cabra y pesto. Son amores distintos, uno más sutil y saludable y el otro potente y mediterráneo (el queso de cabra es otra de mis debilidades, pero no creo que tenga mucho omega 3). Se hacen en dos minutos literalmente y dan mucho juego, solos o mezclados con ensalada. Suele haber 2×1, con lo cual por 2,50 libras te llevas dos paquetes de 400 gramos, creo. Congelas uno y listo. A veces también cojo el de champiñón.

Tomate Napolina (italiano) pelado, en lata. Es un poco aparatoso el freírlo, pero el resultado es muy diferente al de un tomate frito comprado.

Pan de molde integral (whole meal). Varias marcas. El más habitual Allinson. Hovis está bien. Me gusta también con semillas (pero no los de lino, que suelen ser muy grasos). Si te acostumbras al integral, el blanco no te sabe a nada.

-El ketchup Heinz probablemente no merece estar aquí­ pero me apetece ponerlo. Ni es espectacular ni es difí­cil de encontrar en España, lo que pasa es que comparado con otros ketchups que me he tomado últimamente por aquí­ la diferencia es llamativa. Venden uno sin colorantes en bote pequeño que es ideal para solteros (ahí lo dejo).

Tropicana Original. En Madrid este zumo de naranja no me sabía tan bueno, aunque es verdad que no lo solí­a tomar tanto. El de aquí me fascina. Me gusta que tenga bits (pulpa). Me mosquea un poco el hecho de que todos los botes sepan igual cuando, como se sabe, las cosechas varían mucho. Está pasteurizado y eso influye, pero aun así­ me inquieta que el sabor sea tan estable. Cuesta una pasta (casi 2 libras, es decir casi 500 pelas; salvo ofertas) así­ que lo alterno con zumo de piña o de mango (no me gusta el de naranja procedente de concentrado, soy así­ de pija ;-), estos cuestan menos de una libra.

Los muffins (magdalenas al estilo inglés, aunque más grandes y más ricas y habitualmente rellenas de chocolate o alguna fruta terminada en berry) los echaré de menos, pero no demasiado porque no los suelo tomar (también son abono al michelí­n). En la cafeterí­a de mi facultad los tienen muy buenos.

-Las spring onions, cebollas de ensalada alargaditas. Seguramente en España se pueden comprar, pero yo me he aficionado a ellas aquí­.

Palomitas de toffee. Suena muy extraño y además las que tomé en USA recién hechas no me llamaron la atención, pero aquí­ venden unas envasadas que son estupendas (los empastes y el michelín disienten). No recuerdo la marca, pero vienen con la bandera norteamericana por todo el envase y son fáciles de encontrar en Londres. Muy adictivas, eso sí­, compulsivos compren sólo la bolsa pequeña.

-Las sopas envasadas de New Covent Garden. Prometen que solo contienen productos naturales. No sé si es verdad, pero están muy buenas. La de espárragos, puerro y patata, champiñones…

La fruta del Marks & Spencer troceadita en bandejas: piña, o la del Sainsbury’s, no tan fantástica pero me pilla mucho más cerca de casa: melón, canteloupe y sandía; piña, o mango.

Jamaican Cake: es un bollo hecho con bizcocho, parecido al plumcake pero con jengibre en lugar de ciruelas. Lleva poco jengibre (de hecho a mí­ el jengibre no me gusta) y no es demasiado dulce pero sí­ muy esponjoso y nada seco. Entra fenomenal con el café con leche o con un colacao (o su equivalente: en La Pérfida es difí­cil de encontrar) y de nuevo los michelines acusan el efecto.

Y aquí­ lo dejo, seguro que me he dejado algo, pero en fin.

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12 respuestas a «Haciendo nostalgia o haciendo hambre»

  1. Parianea: Es verdad, hay muchos tipos tipos de patatas. Yo no cocino mucho con ellas, salvo alguna vez la jacket potato (con las jumbo) que tardan “ages” en mi horno… Los Yeo Valley están muy buenos… pero los de La Lechera de fresa en frasco de cristal o los de Clesa idem de idem tampoco son mancos.
    Sí, Ignacio, has oido muffin, jajaja. Se ve que tu y yo, que somos de poco comer, estamos pidiendo a gritos una jornada gastronómica por el centro un día de estos… A ver cuándo se puede organizar, si apetece. Eso sí, lejos de los metros en hora punta y de vagones de techo bajo…

  2. A los de los yogures Yeo Valley me tomé la molestia de escribirles un e-mail para ver donde los distribuían en España. Por desgracia me contestaron que sólo tenían distribución en Inglaterra e Irlanda, casi me muero del disgusto. Era lo que más me gustaba de allí para comer, junto a las patatas, por su variedad, aquí no hay tantas distintas según para qué.

  3. He oido muffin? Aqui uno que levanta la mano enganchado al de chocolate….

    Vaya hambre que me ha entrado con el post!!!

  4. Tranquila, Elsinora, que precisamente nostalgia gastronómica de Inglaterra no tengo mucha. Sólo del Yeo Valley, de algunas patatas, ¿recuerdas que allí hacía marmitako? y algún muffin que otro, como dice Ignacio.
    En fin, ¿cuando vuelves para apuntarte a una jornada gastronómica?
    Besos y más besos

  5. Sé que soy yo la que ha sacado el tema comida, pero la verdad es que se me está multiplicando el hambre… se me acumula el “trabajo” de zampar…, con lo poco que me gusta a mí la buena mesa y el super tipo que me está dejando mi trabajo sedentario. Digo esto después de zamparme un trozo de quiche de bacon en el desayuno/lunch (del Sainsbury, veinte minutos en el horno y listo) con ensaladita, eso sí y zumo de Guava.

    Ignacio, ya lo organizamos en cuanto tenga menos follón (aunque no lo parezca estoy hasta arriba de curro) y por supuesto antes de regresar a Madrid (¿tú tienes pensado quedarte?, por cierto).

    Paola, no localizo bien la granola… ¿la compró Digestive? me suena que sí­. Las Digestive de chocolate están muy buenas pero yo solo compro la integral. Y sí­ los Cadbury están buenos, pero no son de mis favoritos.

    Parianea, voy para allá a primeros de mayo pero después del puente, porque tengo que entregar un “essay” el dí­a 4 (y no he empezado; hoy decido el tema; es sobre traducción, lo de las traducciones de Mafalda a inglés que hablamos o campañas publicitarias adaptadas a las distintas culturas). De todas maneras con las nuevas tecnologí­as es casi como si estuviera en Madrid… o en Galicia o en México.
    Saludo

  6. De momento no tengo fecha de regreso. Ya sé que no es una respuesta directa, pero es todo lo que sé de mi mismo. 🙂 jejeje. 🙂

  7. Pero sabes que hay regreso, al menos. Algunos se lo plantean de forma aún más abierta que tú, cosa que debe desesperar a sus familias, supongo.
    En mi caso, la idea es volver en septiembre salvo que reciba una “oferta que no pueda rechazar” cosa que por el momento parece improbable, pero nunca se sabe.

  8. Mmmm… me expresé mal. Aún no tengo fecha de movimiento… que al revés que tú yo volvería a Madrid si sale una oferta que no puedo rechazar… 🙂 Pero antes de volver a Madrid me gustaría vivir en algún otro sitio. Ya veremos en que quedan estos planes… jejeje

  9. Es difícil explicarse en dos frases a vuelapluma. Pues nada, crucemos los dedos para que pase lo mejor que pueda pasar, porque ofertas buenas en uno u otro sentido seguro que surgen tarde o temprano. Por mi parte creo que con estos dos años fuera ya me quedo contenta.
    El país que me da curiosidad últimamente es Alemania y la cultura francesa me parece una pasada (y mal no ibas a comer!!). Por dar ideas que no quede (aunque seguro que ciudades candidatas no te faltan).

  10. Mmmm Alemania. Precioso pais y gente. Yo viví un año y medio en Karlsruhe, entre Frankfurt y Stuttgart, cerquita (muy cerquita) de Francia. Yo volví­ enamorado de esa tierra, de su manera de ser, de su educación… creo que Berlín o Múnich (en ese orden) también serían ya de por sí­, ofertas que no podrí­a rechazar!!! 🙂

    Suerte!!!

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