Fechas de entrega: horreur

Después de unos dí­as de bastante relax, bastante salir y bastante vida cultural de repente he recibido eso que tanto aterra a los freelance: el calendario de entrega. Así que estoy en plan fiera leyendo y escribiendo. Lo bueno es que el volumen de trabajo es grande pero abordable: se trata más de pensar que de tratar información o escribir. De momento estoy yendo a caminar all the same, pero eso sí a la caída de la tarde, cuando la tarea está hecha y no al mediodí­a como iba antes.
Tengo en el tintero la crónica cultural de estos días. A ver si tengo un hueco y me puedo sentar a escribirla, porque tiene bastante miga.
En fin, no olviden vitaminarse y mineralizarse, pero sobre todo, hagan estiramientos y respiren bien.