Como persona concienzuda que (os) soy –o como alcalde vuestro que soy, que dirÃa el otro en Bienvenido Mister Marshall- me he visto obligada a incrementar la lista de fenómenos “paranormales†en el ámbito laboral que ofrecÃa aquà con una aportación personal. Ahora además de que los vendedores de humo me hayan desestimado como animal de compañÃa remunerado, un proyecto bastante apetecible en el que estaba implicada laboral y administrativamente en aquel complejo que parece más una maqueta que un lugar para personas humanas ha pasado por arte de magia de 100 a 0, de repente.
La gran pompa de reflejos rosado-azul-amarillos, tersa, redonda y promisoria, de repente, ha mutado en mÃsero churrete en el suelo. Asà que mi amigo Rolando me propone con mucho sentido añadir un nuevo principio o ley a los tÃpicos principio de Peter y demás, con mi apellido, dado que describe mi situación. AsÃ, el Principio de Bonasera dice: “Cuanto más glamuroso es el envoltorio, más irreal es el contenido”. Por su parte y en esta misma clave paradójica él ha acuñado otro principio, “Cuanto más bonito es el paisaje, más puñetera es la carretera” (se puede sustituir puñetera por pendeja, o por expresiones más intensas, pero este es un blog tirando a “fino†asà que preferimos expresiones tirando a suaves), que se puede leer en clave literal y en clave figurada.
En otro orden de cosas os contaré, para quien no lo sepa, que en Madrid disponemos de un bonito puente o acueducto, ya que el 1 (jueves) es la fiesta del trabajo y el 2 el dÃa de la Comunidad, por aquello de los levantamientos contra la invasión napoleónica. Las predicciones meteorológicas son buenas, pero yo no habÃa previsto disponer de tiempo (ni bueno ni malo) para disfrutar de este puente porque esperaba estar hasta arriba de trabajo (entre el encargo glamouroso que me explotó en las manos y el menos glamouroso que sigue avanzando con normalidad), asà que me dedicaré a disfrutar de la oferta cultural del Ayuntamiento (que con esto del bicentenario de la fecha de marras ha organizado un montón de cosas, con La Fura, Carles Santos y algunos más), de las lecturas y si puedo saldré a hacer fotos con mi fantástico Camarón de la isla, que deberá ser rebautizado como Camarón de ChamberÃ. O quizá alguna escapada de un dÃa lejos de esta ciudad que va a estar bastante abarrotada de invasores no napoleónicos.
En fin, disfruten ustedes y manténgase alejados de los envoltorios glamourosos, que los carga el diablo jabonoso de la decepción o el grasiento del sobrepeso.