Elsinora se pone en forma

Ahora que llevo un tiempo haciendo ejercicio, tras releer un par de libros de fitness que tení­a por casa, y arrastrada por mi entusiasmo habitual he decidido que mi siguiente paso deberí­a ser trabajar la resistencia.
Gracias a Pilates voy teniendo cierta fortaleza muscular e incluso mis nociones de “geografí­a” corporal han mejorado mucho: ahora ya sé dónde están los isquiones (más bien hacia el sur y cerca del sacro) y ya ni siquiera me pongo bizca cuando la profesora dice “pulmón izquierdo a costado derecho” a la hora de trabajar los oblicuos. Me sigue produciendo cierta hilaridad lo de “no aplastéis a las hormigas debajo del ombligo” cuando estamos boca abajo y sobre todo el momento “izquierda culo, culo culo” sentadas sobre el fitball, momento al que en buena lógica de lectura a la occidental le sigue el momento “derecha culo, culo culo” etc etc y así­ hasta movilizar convenientemente la pelvis, pues de eso se trata y no de un baile de apareamiento como se pudiera pensar, ni tampoco de un resumen sucinto del momento polí­tico que vivimos en España.
Por circunstancias llevo mucho sin ir a nadar, lo que me priva de grandes aventuras como las que os conté aquí­ y aquí­, pero espero poder retomar pronto la natación que tantos buenos momentos de deporte, hilaridad (Concurso de camisetas mojadas) e incomprensión me ha deparado. En cualquier caso, entre mis largos paseos y mis subidas a la elí­ptica la parte aeróbica también viene estando cubierta.

Así­ que me ha parecido que el siguiente paso era mejorar la resistencia. Y para eso me hací­a falta un aparatejo que me chivara las pulsaciones, más conocido como pulsómetro. Los hay de muchos tipos y colores pero lo que más me inquietaba eran dos asuntos o grandes misterios: ¿soportarí­a la tira esa que hay que ponerse justo debajo del pecho? ¿encontrarí­a ese punto intermedio para que no se me cayera a la primera oportunidad ni llevara la tira cual corsé que no te deja respirar? y superado esto, ¿serí­a capaz de entender el aparatejo?
Continuará…

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