(Rosa del rosal de nuestro jardín de atrás, tomada el domingo 12 de agosto)
Pues sí, después del week-end horribilis, la cosa está más tranquila con F., pero yo sigo con mi mesa de pitiminí, con mi dolor de cuello y hombros y el siete de septiembre acercándose en el horizonte.
Eso sí, ayer por la noche estuve tratando de ver las estrellas fugaces desde un parque en alto. El cielo estaba cuajado de estrellas, pero fugaces fugaces no parecían. Una preciosidad, en todo caso.
¡Qué hermosura! Mira, esto compensa de otros agobios. Si además se añade a tu noche contemplando el cielo, el domingo resulta perfecto. Acabo de ver en El País una foto de la lluvia de estrellas desde el Teide. Me dio una envidia loca. Yo estuve allí hace 15 días, pero apenas se podían ver ni siquiera las constelaciones porque había luna llena (claro que al día siguiente lo que había era una espesa nube de humo, así que, con todo, aún tuve suerte). Y anoche tampoco vi estrellas fugaces desde Madrid (demasiada contaminación lumínica), y eso que de vez en cuando miraba al cielo del patio de Conde Duque por ver si se producía el milagro de ver simultáneamente estrellas de diferente composición. Porque en el escenario estaba Liza Minelli, y mi pensamiento durante dos horas se redujo a un único: qué inmenso pedazo de estrella es esta mujer.
Olé! Que preciosidad! Ya la podrías haber puesto un pelín más grande para que nos deleitaramos con las gotitas… 🙂
Por cierto, lluvia de estrellas? Donde? Que estaba haciendo yo que me la perdí? Aunque no fuera tal lluvia, donde estaba el cielo estrellado? 🙂 Ainssss!!!!
Teresa: Pues sí bonitas las flores tras la lluvia, pero imagino que si las meto en la tesis como parte de mi investigación no va a colar ;-))
Ignacio. Me alegro de que te guste. Estoy empezando a manejar el Picture Project… todo se andará. Anoche había “shooting stars” o lágrimas de San Lorenzo o lluvia de estrellas fugaces. Como había luna nueva, en teoría la ocasión era muy buena para observarlas. Yo como vivo en los suburbs veo las estrellas casi todas las noches…
¡Qué pasada! Mobiliario minimal, pero pedazo garden…
Yo también estuve pendiente de la lluvia de estrellas, pero en las Vistillas con tanto foco lo que se dice fugaces no se veían. Pero claro, son las fiestas del barrio y se me apuntan las amistades que quedan en agosto para que les dé una vuelta.
Y Teresa con la Minelli, la envidia me corroe.
He subido otra versión, retocando el color, con más calidad y más tamaño. Parece que mejor (con Firefox, con el Explorer se queda hecho un churro). Tengo que abrirme una cuenta en el Flickr, pero eso será cuando termine la tesis, que como me dé por subir fotos se me olvida lo demás.
Pues sí un concierto no es mal plan para una noche de domingo de agosto… Y seguro que las fiestas de las Vistillas tampoco estuvieron nada mal.
Regreso a mi texto.
Mucho mejor. 🙂 Gran foto!!! Enhorabuena!!
Gracias, don Ignatius. Hay otras en camino. El camarón de la isla (sobrenombre de mi Nikon D-80) se tiene que poner al día ;-)))
Espectacular, sencillamente. Muy, muy bonita. Y con Explorer 7 (aunque ya sabes tú que no soy su propagandista), también se ve la rosa. Con el 6… no lo sé, pero bueno, que se cambien de navegador.