Miro por el visor, parpadeo, y me quedo perpleja.
Si fuera Sara Montiel hubiera dicho, “pero ¡qué pasa!, ¿qué invento es esto?”.
Como sólo soy Elsinora y no tengo novio cubano cuarenta años menor que yo, ni esparadrapos detrás de las orejas, ni llevo un panty en el bolso cuando voy a la tele, y como además es un jueves por la mañana y estoy en ayunas en un gabinete médico pasando un reconocimiento médico, me guardo mi perplejidad para mí misma y vuelvo a parpadear. Pero la imagen sigue estando desenfocada.
Hasta entonces todo había ido muy bien, las consabidas letritas diminutas pero “adivinables” y una pequeña novedad, números ocultos en un dibujo, parecidos a los de los “catcha” para evitar el spam (hasta los reconocimientos médicos se suman a la era de internet). Todo razonablemente visible o interpretable. Y de repente me ponen una imagen frente al ojo derecho que parece una broma.
Es como si hubieran puesto vaselina sobre la pantalla del visor o si hubiesen puesto un filtro de desenfoque para diagnosticar quién sabe qué.
Por un momento pienso que es un truco, pero no entiendo su finalidad.
Me oigo decir a mí misma con cierto tono de Mister Bean “está desenfocado”, convencida de que hay algo erróneo en la imagen. La ATS ignora la gran verdad que le acabo de revelar y se limita a pedirme que lea la fila anterior y ahora sí, asiente. Pasamos a otra imagen para el ojo derecho y me vuelve a pasar lo mismo, la última fila está “desenfocada”, pero la penúltima se deja leer.
Ahora resulta que tras todos estos años de “carapantallismo” y de lecturas en todo tipo superficies Elsinora está dejando de parecerse a Mister Bean y se va asemejando más a Míster Magoo.
Acabáramos.
Espero que mi estatura no empiece a menguar y que mi cabeza no multiplique su tamaño.
Me voy a dar a la vitamina A y a la luz natural y voy a dosificar mi exposición pantallil. Puestos a elegir, más que Míster Magoo prefiero parecerme a Penélope Glamour o incluso a Pierre Nodoyuna (o incluso a Risitas).
En fin… C’est la vie.
Sí, no perdamos DE VISTA la luz del sol… mucho ánimo, compañera de pantallas sin horario ni calendario…. y mucha zanahoria…
Seguro, Elsinora, que unas gafas te sentarán estupendamente.
Lo gracioso es que a mí de pequeña me hubiera hecho ilusión llevar gafas. Me parecía que le daban a uno un puntito interesante.
Eso haremos, tratar de leer con luz natural, pero con esta primavera plomiza y nublada que tenemos la cosa se complica. Y darnos a la vitamina A, claro que sí.