Cuánta agua y cuán cerca de casa

Hoy es treinta de junio, sábado, y eso significa básicamente dos cosas en mi entorno. La primera es que celebro mi cumpleaños. Tení­a un plan A, barbacoa en el jardí­n de atrás y un plan B, cenar “indoors”, probablemente en la cocina.

Ni que decir tiene que la meteorologí­a vota con saña por el plan B y con abusos de poder semejantes qué vamos a hacer los votantes de a pie más que sacar las sartenes y cocinar cosas tipo buffet dentro de casa.

La segunda cosa es que se acaba el mes de las “Posh potatoes“. Y diréis ¿y eso qué es lo que es? En mi cuarto tengo un calendario de Sainsbury’s en el que a cada mes le corresponde una receta de cocina de Jaimy Oliver. Junio trae una foto de algo llamado “patatas pijas” que son rodajas de patata hervida con mantequilla, ajo, cebolla roja, alcaparras y salmón al grill, y que supone unas 220 calorí­as por ración según informa el redondelito tipo quesitos de Trivial que acompaña a la foto.

El mes de las patatas pijas tiene su miga, porque en Inglaterra el dí­a 1 de julio entra en vigor una ley antitatabaco en lugares públicos y de trabajo y andan revueltos y con los tí­picos dimes y diretes de si se puede fumar en el escenario de un concierto de música al aire libre o un conductor de coches de alquiler cuando va sin clientes o los actores de teatro en una escena que lo requiera (la respuesta a este último caso es “sólo si la integridad de la obra lo requiere”; esto de la obra de teatro ha levantado ampollas, porque parece que incluso en Nueva York en la integrista Norteamérica se permite que los actores fumen en escena si el texto teatral lo indica; en fin, un poco pesado tanto rollo con el tema).

El mes de las Posh potatoes también será recordado como el mes en el que se marchó Tony Blair y fue sustituido por El topo Cutre-Brown (también conocido por mí­ como el Polvorón), un tipo que me gusta bien poco porque se dedica básicamente a intrigar, ofrecer trabajo a polí­ticos de los partidos de la oposición y que según los testimonios de diversos compañeros de banco no sabe debatir ni negociar porque ve la disensión como una traición personal.

Y finalmente también se mencionarán las dos bombas que se habí­an colocado dentro de sendos coches en Central London y que afortunadamente fueron desactivadas en la madrugada del 29. Inquieta un poco esto y el paso de coches de policí­a y demás, pero en fin.

2 respuestas a «Cuánta agua y cuán cerca de casa»

  1. muchas felicidades !!!
    que Dios te de mucho mas años para hacernos pasar buenos ratos !

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