Entre col y col, lechuga (que no sé lo que significa exactamente pero queda muy verde, o muy ecológico, si lo prefieres). Aprovechando un hueco entre carapantallismo y carapantallismo y dado que ya le he visto las orejas al lobo, me he lanzado a la tarea de ponerme en forma como sea. Resulta que el colesterol me ha subido un poco, imagino que por una mezcla entre vida en Inglaterra y vida sedentaria y lo ricas que están las grasas saturadas, para qué nos vamos a engañar. La traumatóloga me dijo que no me hiciera la especial, que lo mío (ligera escoliosis, algo de artrosis) se trataba con ejercicio y perdiendo algo de peso. Yo dije Pilates y ella dijo natación. Tú a Boston y yo a California.
No quise negociar, porque estaba claro que ella tenía las vértebras por el mango, así que ni para ti ni para mí: estoy haciendo las dos cosas. La natación es más completa, pero el Pilates te da control, coordinación y mejora la postura. Nado croll y espalda tres días por semana, a las nueve de la mañana, con un grupo de abuelos dinámicos y he empezado a hacer Pilates suelo con un puñado de mujeres de mediana edad y un hombre con peluca a las tres de la tarde. Por ahora no se le ha caído, la peluca, digo, pero seguiremos informando.
Para los que estén interesados en esto de la forma física diré que Pilates suelo y Pilates aparatos son dos modalidades bastante distintas. Comparten cosas básicas como la respiración y la importancia del centro de poder (o power house: los abdominales, glúteos, basculación de pelvis, suelo pélvico; también lo llaman núcleo), pero salvo eso, parecen mundos aparte. Tengo la sensación de que el trabajo con aparatos es más fácil y más seguro (el aparato te obliga a alinear bien, te proporciona soporte, facilita que aísles el músculo o músculos a utilizar), pero el suelo te da una percepción más amplia de tu cuerpo.
Originalmente, parece que Hubertus Pilates hacía la parte de suelo de forma individual para cada persona y que fueron sus seguidores quienes agruparon los movimientos en los tres niveles que ahora se emplean (inicio, intermedio y avanzado). Los aparatos, por otra parte, tienen su origen en los muelles y poleas que Hubertus Pilates aplicó a las camas donde yacían los heridos de la Primera Guerra Mundial para facilitar su recuperación. De hecho, el Cadillac es una derivación de un colchón de muelles vulgaris y de sus cualidades de elasticidad, resistencia, flexibilidad, según cuenta Brooke Siller en Pilates para el cuerpo y el alma (un libro bastante curioso, por cierto; es de la editorial Oniro).
Así que ahora me entrego al agua y al suelo (o tierra) y además desarrollo una intensa relación con el aire tanto en natación como en Pilates. Sin embargo, el fuego lo trato poco.
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Nota sobre Pilates
Joseph Hubertus Pilates nació en Alemania en 1880. Era un chaval de naturaleza enfermiza, con asma, fiebre reumática y raquitismo. Su padre era gimnasta y su madre naturópata. Empezó a estudiar libros de anatomía y a observar a los animales en el bosque. También estudió yoga y meditación Zen. A los catorce años posaba para fotos sobre complexión deportiva y se convirtió en gimnasta y boxeador. De esta forma, el método Pilates data de la primera década del siglo XX.