La segunda tanda fue más humilde: recepcionista con idiomas. Pensaba que alguien con experiencia en trabajos face to face y en entornos internacionales y que habla tres idiomas lo tendría fácil para conseguir trabajo en un hotel. No fue así: muchos de los anuncios pedían alguien con al menos un año de experiencia en el sector y dominio de programas informáticos ocultos en misteriosas siglas. O a lo mejor sencillamente la oferta se estaba haciendo esperar: en Londres hay bastante trabajo pero también bastantes candidatos, así que a veces es cuestión de paciencia y suerte (pero el ritmo de caída libre de los ahorros no incrementa tu paciencia precisamente). Intenté también la opción secretaria con español. Había concretamente un puesto para el que me consideraba muy cualificada: una empresa internacional especializada en temas de farmacia y salud en el ámbito europeo, que necesitaba un PA (Personal Assistant) con español. Mis largos años de botica y mi experiencia en entornos laborales internacionales tendrían que servirme para aquello. Me contestaron que estudiarían mi perfil, pero creo que están agotando convocatorias y que al final los tendré que suspender 😉
El sector administrativo, secretariado y tal pide con mucha frecuencia dominar ciertos programas, muchas palabras por minuto (lo miden en palabras y no en pulsaciones), inglés perfecto, very good telephone manners, ser muy organizado, trabajar bien bajo presión y una serie de capacidades rimbombantes que probablemente ningún empleado contratado para el mismo puesto tenga o sea consciente de tener (probablemente pedirían más pasta, de saber lo maravillosos que son). Lo cierto es que tras varios meses de búsqueda de trabajo aquí tengo una idea bastante clara del sector laboral y de los negocios en Londres. Es muy curioso cómo también esto es cultural: En UK los empleadores se venden en sus anuncios. Sus empresas siempre son muy…¦ (Continuará)