Bragas católicas

Le cuento con énfasis a mi amiga V. que mis compañeros de piso son muy desorganizados, guarros incluso y que, entre otras cosas, tienen la costumbre de poner la ropa sacada de la lavadora por toda la casa, sobre las puertas y radiadores, a pesar de tener un tendedero en el jardín de atrás, que en un piso pequeño lo entenderí­a, pero que en una casa con jardí­n dejar la ropa recién lavada en la cocina, con los olores y los humos o por la casa encima de radiadores polvorientos porque muy limpios no pueden estar.

El primer día, le sigo contando, me parecí­a todo muy raro y ellos muy salvajes, pero a mitad de semana tuve que hacer colada, y como aquí llueve tanto pues, mira, he acabado haciendo lo mismo. Donde fueres haz lo que vieres. Ahora bien, le digo, lo que no me parece normal es que las bragas estén en el radiador de la entrada, llama el cartero, le abres la puerta y allí están las bragas. Llama el del contador de la luz y lo mismo.

Así que en esa zona pongo cosas más neutras como camisetas y tal. Y cuando estaba yo tan contenta pensando que habí­a encontrado la forma ideal de encajar ahí­, le sigo explicando, cuando creía que bastaba con asegurarse de que las bragas quedaran siempre sobre el radiador de la cocina, junto a la lavadora (como si su cercaní­a fuera un salvoconducto o la leyenda de un plano, que dijera “esto va de limpieza, no me malinterpretes”; o una eximente al menos, “tenía prisa…”), considerándola zona menos expuesta a miradas públicas y por tanto ubicación más correcta, resulta que irónicamente, esa misma noche, como otras tantas, S. trae gente a casa y los sienta en la cocina amplia, así­ que las bragas acaban estando en exposición permanente. “Cena con vistas a las bragas de mi flatmate, ¿quién se apunta?”.

Mi amiga, que lleva ocho años fuera de España, la mitad en Bélgica y la otra mitad en Londres, me ha estado escuchando con una expresión neutra. Concluye: lo de no querer enseñar las bragas es un rollo católico. A los británicos les da lo mismo. Touchée. V. ha ganado la carrera por dos cuerpos, al menos. (¿Pero no es una guarrada dejar las bragas colgadas por toda la casa, anyway? Si es que somos muchos los que somos católicos sin saberlo).

13 respuestas a «Bragas católicas»

  1. No, no es una guarrada dejar colgadas las bragas por toda la casa! Ja,ja,ja. Estoy de acuerdo con V.: hay que desprenderse (quien quiera) de un poco del lastre ético y estético impuesto desde nuestra infancia por algunos códigos culturales o ciertos credos… Hay que relajarse un poco, no ser esclavos de los objetos que nos rodean!

  2. A desmelenarse, pues. Pero es curioso que para darse cuenta de estas cosas haya que salir de tu ambiente.
    Besos.

  3. jajaja, jajaja, jajaja, muy bueno lo de la moral católica y la bragas “colgadas”…, jajaja, jajaja. Desde luego, a mi me gusta tender las cosas en el tendedero o en una cuerdita… Bueno si son unos slip, calzones sexys…, no estaría mal… por si pasa la cartera…, jajaja, jajaja

  4. Me hace gracia releer post tuyos después de tanto tiempo y pensar cómo ha podido cambiar nuestro punto de vista…

    Yo, para no salirme del tema, hubiera optado por uno de esos tendederos plegables de “andar por casa” que venden en Argos y tender la ropa en la habitación… pero si lo que tenemos que discutir es de si enseñar las bragas o no, a mí me parece que hiciste muy bien no dejándolas en la entrada, eso sí, lo de la cocina fue un descuido que podías haber previsto 🙂

  5. Es muy curioso ver la evolución del punto de vista, cierto.
    Se ve que tú vives en zona de influencia católica. Por lo que yo vi, al inglés medio ese tipo de cosas le da igual, así que yo decidí no darle demasiadas vueltas. Si esperabas visitas siempre podías poner una camiseta encima de la lencería o así. Por aquel entonces mi habitación era una bastante pequeña, y un tendedero me habría quitado mucho espacio.

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