Aeropuertos III

Anunciaron mi grupo, entré, y seleccioné un sitio de ventana que no estuviera cerca de las alas. Aunque yo era grupo A (por haber hecho el check-in on line), la parte delantera del avión habí­a sido ocupada en gran medida por los SB así­ que me tocó la zona trasera. Elegí­ una ventana centradita y me dispuse a dormir en cuanto pudiera porque con las contracturas habí­a dormido fatal. No hace falta que diga que dos intrépidas dieciochoañeras españolas irrumpieron a toda prisa en el avión para elegir un asiento determinado, con ventana, y para tener sitio para sus maletas y sus múltiples chaquetas y chalecos.

Efectivamente, es una “gilipollez” pagar más por elegir sitio si eres lo bastante joven y maleducada para correr y dejar atrás al resto de pasajeros y abalanzarte sobre un asiento. La casualidad quiso que se sentaran justo delante de mí­, en un asiento que yo había desechado porque tení­a la mitad de dos ventanas y no una ventana centrada. Las saludé y les dije que menuda casualidad y una dijo, sí­, es que a mí me gusta ventana. Evité hacer ningún comentario sobre la “gilipollez” de pagar dos simples libras por elegir sitio y esperar menos (al fin y al cabo, quién no ha dicho tonterí­as con dieciocho años, y con treinta) e intenté dormir, cosa que no conseguí­.

Mi viaje fue amenizado por las “sabrosas” anécdotas de las adolescentes de delante y las dificultades para que los nativos en cuya casa se alojaba una de ellas pronunciaran su nombre de forma inteligible (por supuesto ellas tampoco harían lo mismo con los nombres ingleses: no había más que ver cómo leí­an en voz alta el inglés) además de la visualización de Isabel Sartorius (la ex del príncipe Felipe) que viajaba unos cuantos asientos más adelante y que se acabó mudando a otro sitio con su hija, un hombre de mediana edad y aspecto pijo (que anduvo manipulando una bolsa con muñequitos que asocié primero con Harrods y luego con Hamley’s, pero a esa distancia cualquiera sabe) y otra chica que podí­a ser amiga de su hija u otra hija.
Continuará.

4 respuestas a «Aeropuertos III»

  1. Pues así están las cosas… Cualquier día compartimos vuelo con Elvis Presley ;-))) o con Gordon Brown…

  2. Mira, yo voy en Septiembre con ryanair, me quedan esperanzan de viajar con sabechexudas quien.

  3. No te puedo decir, porque no he volado nunca con ellos, pero lo mismo te llevas una sorpresa: la aristocracia y alrededores ya no son lo que eran :-)))

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