Sin tí­tulo

Mais oh là  là!

Qu’est-ce que hace esa muchachitá migandó todó el tiempó paga acá?

Hagbrá ligadó?? Si es que soy igesistiblé! Y eso que hoy no me he puesto ese gouge tan magnifique, ni el millonizadog de pestañs de L’ogeal.

Parí­s, más que una fiesta, era una pasarela II: Introducción al punto de vista I

Decí­amos ayer…

Un café o una terraza de Parí­s es lo menos parecido a una sesión en el Ministerio de los Andares Tontos de los Monty Phyton.

No sé exactamente en qué consiste pero es cierto que la Ciudad de la Luz tiene una tasa de elegancia y buen aspecto por metro cuadrado muy superior a la que puedas encontrar en cualquier ciudad española y por supuesto en Inglaterra. De vez en cuando, sentada frente a un café, una coca cola de 33 cl (qué pedazo de botellas) con su hielo, su limón y su cucharita, o un fantástico plato de comida francesa, sola o junto a mis amigos “parisinos”, levantaba la cabeza en una terraza (se han inventado una forma para que la gente pueda fumar y beber sentada, con un interior/exterior con estufas sin contravenir la ley) veía parejas o grupos de gente guapa y bien vestida conversando en el ángulo preciso, con la inclinación perfecta, el peinado correctísimo, el atuendo y la luz exactos; la composición y la coreografía era tan perfecta que tení­a la impresión de que estaban posando para una foto real o imaginada.

Tampoco al compañero de mesa de aquella chica de pelo castaño y ademanes elegantes le habí­a pasado inadvertida la intensa mirada de la joven del otro extremo de la terraza. Eso sí­, como él no suele ponerse ni lápiz de labios ni máscara de pestañas, al menos en público, no pudo hacerse ese tipo de reflexiones.

Puede que las parejas o grupos de gente guapa y bien vestida de aquella terraza-pasarela conversaran entre sí formando el ángulo preciso, con la inclinación perfecta, el peinado correctí­simo etc, pero no dejaban por ello de tener ojos, así­ que en fin, aquella chica de mirada fija, aquella especie de faro humano armó cierto revuelo entre el público del café…