Otros que tampoco entender

La confusión no es patrimonio de nadie en especial, sino más bien un estado muy extendido, por lo que se ve.

El otro día en una librería de lance localicé un libro titulado “Confesiones de una norteamericana en apuros“, firmado por Kim Bradley y editado por Planeta. El texto da cuenta de las peripecias de una norteamericana en España (Madrid y Barcelona, sobre todo) en clave perplejo-humorí­stica, por medio de una estructura de emails intercambiados entre el personaje, su familia y algunos amigos. No me lo he terminado aún, razón por la que no me puedo pronunciar sobre su calidad literaria o global, pero lo que he visto por ahora me anima a seguir leyendo, pese a que parece un texto irregular.

Entre los momentos más graciosos está el primer capítulo, que recoge la experiencia en una farmacia madrileña donde Naomi pide “algo lí­quido para contactos muy duros“, ante el estupor de la boticaria, una señora mayor de rostro severo. Lo que en realidad querí­a Naomi era simplemente lí­quido/solución humectante para las lentillas, pero como sus lentillas son semipermeables quiere asegurarse de que no le den líquido para lentillas blandas. (En inglés, para quien le interese saberlo sería “wetting solution for contact lenses”; según recoge el propio libro).

Tiene otros capítulos dedicados a la academia de español a la que acude en la Puerta del Sol, a sus profesores más o menos inútiles, sus compañeros de diversa procedencia y las disquisiciones del grupo de estudiantes en la taberna de turno sobre cuál es el verbo correcto a utilizar a la hora de pedir y la base filológica para ello (¿Será elijo? No, es escojo. No, será “tomaré”) y el camarero mientras esperando a que los plastas de los guiris se decidan de una vez.

En todo caso, independientemente del sabor que me quede del libro una vez leído entero, es un ejercicio saludable éste de verse a través de la óptica de un extranjero y sobre todo con el filtro del humor. A quienes les tiente la idea, el libro clásico del género es “La tesis de Nancy” de Ramón J. Sender, obra que en su momento me encantó y cuyo espíritu impregna muchos de los post de este blog.

Seguiremos informando…