De todo como en botica, ¡HOYGAN!

Está siendo un fin de semana agradable, con un tiempo estupendo (unos 28 grados), aunque en la sombra, como hay mucho viento, hace algo de frí­o. F. finalmente ha cortado el césped del jardí­n delantero y he pasado unos ratos muy agradables leyendo un libro de teorí­a de la traducción bajo el sol .

El libro del que hablo se llama “Acercamientos a la traducción” de María Antonia Álvarez Calleja (Madrid, 2005, UNED) y su lectura está resultando una experiencia extraña por dos razones. La primera es que está escrito en español (las Maria Antonias de este mundo tienen esa costumbre, dirán algunos y se equivocarán: no sabéis cuántos filológos españoles andan investigando, escribiendo y “conferenciando” en inglés por ahí­; algunos tienen un acento casi perfecto, cosa que me encanta y me da esperanzas) y hacía mucho que no leí­a un libro de texto en castellano (durante el máster casi toda la teorí­a era en inglés; he leí­do algo de ficción en español, versiones originales).

La segunda razón es que el libro incluye muchas citas en inglés, intercaladas en el texto, de manera que al leerlo forzosamente tienes que dar unos saltos que te acaban desconcertando. Doy un ejemplo: “El crí­tico de traducción siempre trata de “weighing up different choices and coming to a conclusion about the appositeness of the form chosen”, sin olvidar que “the production of a target text belongs to a very vast network of socio-cultural relations.” (Hewson and Martin, por si a alguien le interesa). Pos fale. Pos m’alegro. ¡HOYGAN! ¿ALGIEN ME PUE DEDECIR QUE SIJNIFIKA ESE PA RRAFO??? QE NO LÓNTENDIÓ. FAVOR DE MANDARMELA TRADUSÍON A MI EMALI DE HOTMALI (no asustarse, no es que tenga fiebre, es una coña a cuenta del fenómeno HOYGAN, del que tuve noticias ayer por primera vez y me resulta muy curioso. Ya os contaré de qué va en otro momento).

El libro, por lo que he visto, no es demasiado bueno, tiene bastantes erratas (“eligir”, por ejemplo, en lugar de “elegir”, dice “consistente” por “coherente”), utiliza estructuras sintácticas extrañas (“Son esenciales para el proceso de la traducción el análisis textual y la producción del nuevo texto”, en lugar de una estructura mucho más natural y lógica: sujeto, verbo y predicado: “El análisis textual y la producción del nuevo texto son esenciales para el proceso de la traducción”) y a mí­, acostumbrada ya al ensayo anglosajón, me parece que da muchas vueltas para decir las cosas.

Por otra parte, lógicamente me resulta más fácil seguir este texto que su equivalente inglés y me viene muy bien saber cómo se llaman en español los términos técnicos que suelo manejar. La segunda parte del libro recoge fragmentos de traducciones literarias del inglés al español de autores como Henry James (The Golden Bowl- La copa dorada; The Future of the Novel – El futuro de la novela), Edgar Allan Poe (The Tell-Tale Heart – El corazón delator) y Faulkner (A Rose for Emily – Una rosa para Emily), entre otros. Esa parte sólo la ojearé porque me conviene más centrarme en mis propias comparaciones, pero tengo ganas de cogerla con tranquilidad a partir de septiembre.

En cuanto a la vida de la casa, ayer al mediodía se marcó F. al festival The Big Chill (al suroeste de Inglaterra, en Eastnor, Herefordsire, cerca del inundado Gloucester) no sin antes enfadarse con la amiga con la que iba a ir por “lo egocéntrica que es; esto es cosa de Londres, Elsinora, la gente va completamente a lo suyo y si te pisan, pues te pisan. De verdad, no he visto cosa igual, en ningún momento me ha preguntado” y cortarse el pelo y alisárselo y ponerse mechas rubias (tiene el pelo castaño claro), para a las dos horas estar renegando del nuevo corte.

La verdad es que tiene un pelo difí­cil, lacio y escaso y de un color inexpresivo de puro neutro. Creo que yo en su caso lo llevarí­a muy cortito, con un corte mono, pero la cuestión es saber cómo sería ese corte mono (preguntaré en Peque la próxima vez que vaya ;-))) o a la propia Esperanza Aguirre si la veo por allí­: oye, Espe, si la cara es el espejo de lo que somos, qué corte de pelo crees que le quedarí­a bien a mi compañera de piso, mira aquí­ está la foto…).

La otra novedad es que Patrick, nuestro compañero de piso productor de televisión, ha vuelto, tras unas semanas recuperándose de su operación coronaria en casa de su tí­a, en la playa. No tiene mal aspecto, pero tampoco bueno: tiene la cara hinchada y de un color rosado extraño. Me ha comentado que se encuentra bien y que ha hecho mucho ejercicio.

Así que tenemos de todo como en botica: lecturas al sol, cambio de look, enfado y reconciliación, viajes a festivales, regreso del hijo pródigo e incluso un brote de fiebre aftosa en la zona del Surrey, según he oído en la radio y según recoge el ejemplar del Guardian de hoy que aún no me leí­do. La fiebre aftosa (foot-and-mouth disease) es una infección vírica que afecta al ganado y sólo muy ocasionalmente a los humanos (la que sí­ afecta a los humanos es la glosopeda, infección provocada por otro virus, que produce sí­ntomas parecidos). Así­ que pronto empezarán con cuarentenas y sacrificios de reses en La Pérfida.

Revisando la página de la Wikipedia que enlazaba más arriba me he dado cuenta de que la entrada fue actualizada ayer para recoger el nuevo brote en la región de Surrey (ver parte inferior de la página, aquí­). Alucino con la versión inglesa de la Wikipedia, qué completa y qué ágil.

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Este post va dedicado a Antonia-Manuela, paciente compañera de fatigas carapantalliles.