¿Cómo leemos?

Estoy en plena vorágine de lectura (esos bonitos cuentos del Javier de Mier) y edición (pues en eso consiste mi “famoso” carapantallismo) ya que tengo fecha de entrega (muy) a la vista, así­ que no puedo dedicar mucho tiempo a postear, pero sí­ me gustaría poner una pequeña reflexión, o más bien, unas preguntas:

¿Cómo leemos? ¿Por qué leemos? ¿Por qué algunos textos nos gustan desde el primer momento y es muy difí­cil que si el tono y el ritmo nos gusta no le perdonemos este y aquel error? Los textos de este concurso van con seudónimo así que el nombre en principio no deberí­a predisponerle a un@ a favor o a en contra; pero estoy segura de que los seudónimos y los títulos arrastran su color a las primeras lí­neas.

Chica leyendo junto al mar
StockSnap – Pixabay

¿Por qué determinados textos nos irritan irremisiblemente? A mí­ me pasa con algunas formas de adjetivar: me sacan completamente de quicio. Creo que mi forma de leer ha cambiado un poco después de vivir en Inglaterra: en cierta manera he adquirido un cierto gusto por las frases y los enfoques más directos.

También me chirrí­an las combinaciones de palabras que juzgo cursis o rebuscadas, pero claro, lo que para mí es cursi para otro no lo es. De hecho, ya no recuerdo cuántas veces ha tildado alguien mis narraciones de “pedantes” y/o “rebuscadas”. Lo mejor, sin embargo fue aquello del “divinismo sin arraigo” o tal vez lo de “ferragoso”, expresiones que sigo sin entender a dí­a de hoy.

Volviendo a lo de textos que te irritan, si uno lo piensa, es un poco injusto para el autor que el lector-jurado se deje llevar por cosas tan epidérmicas, tan de primer contacto con la prosa, ¿no os parece?

5 respuestas a «¿Cómo leemos?»

  1. Bueno es diferente el continente y el contenido. Hay quien no cuenta nada, pero lo hace tan bien, que merece la pena leerlo. Hay quien por el contrario no lo cuenta tan bien, pero te mete en la historia irremediablemente. Además, también depende de nuestro estado de ánimo. Un poco como las pelí­culas, no? No siempre tenemos el cuerpo para un drama… 🙂

  2. Suerte con el Javier de Mier, guapa.
    ¿Sigues con Estrella? A mi me dejó ayer los chakras requetecolocados, como tu dices.
    ¿A que es un encanto?

  3. Ignacio: Las relaciones entre forma y fondo en literatura han dado para muchos volúmenes de crítica. En realidad, analizados en profundidad, son dos elementos indivisibles: los contenidos no se presentan sin formas, las formas carecen de entidad si no van asociadas a un determinado contenido; en los relatos y en las novelas se nos presentan las dos “cosas” entrelazadas -que no existen como “cosas” independientes en la realidad, insisto; sólo son instrumentos útiles para describir algo difícil de describir-; los narradores de los relatos de Cortázar, por poner un ejemplo muy claro, ¿pertenecen al contenido o a la forma?; ¿las elipsis y los puntos de vista de las pelí­culas de David Linch son contenido o continente?
    Y, claro, el estado emocional del espectador influye mucho en la recepción de la obra.

  4. Estrella hace honor a su nombre, por su parentela con los seres celestiales. Te deja como la seda. Lo malo es que a las pocas horas de salir al mundo real el estrés gana terreno 🙂
    Sobre el JdM ya comentaremos in person.

  5. Como soy un ignorante en muchas cosas (y la literatura es una de ellas), y dicen que la ignorancia es muy atrevida, aquí­ va mi opinión.

    A mí­, en particular, un relato (porque estamos hablando de narrativa) me ha de resultar creí­ble. Creíble no significa que sea sinónimo de verdadero, ni siquiera, de verosí­mil.

    Creí­ble significa que el lector tenga la certeza de que, cuando el autor está usando un tema, o una forma, el lector sienta que eso que está haciendo el autor tiene un sentido.

    En el caso del tema, insisto, IMHO, significa que el tema se desarrolle de una manera coherente, que sea capaz de mantener la atención del lector, que no haya elementos temáticos que no conecten en absoluto con ningún otro punto del relato, ni de forma expresa, ni de forma elíptica.

    Incluso siendo totalmente fantástica una historia, no respetando la convención de las ciencias naturales (contraviniendo las leyes de la fí­sica, por poner un caso), puede ser coherente… siempre que en la historia no aparezcan elementos que no cuadren con el resto. Sé que la explicación es… burda, por no decir torpe.

    Y en el caso de la narración… una narración puede ser técnicamente maravillosa; pero ha de estar subordinada a la narración. Incluso la obra más absolutamente innovadora, al final, está contando una historia, está basada en una trama a la que sigue. Para mí­, al menos, como simple lector, una técnica brillante, seductora… tiene sentido cuando es la música que acompaña a una letra. De otro modo, quizá, será brillante… pero a mí­ me dejará la sensación de ser fuegos de artificio: brillantes, pero etéreos.

    En fin, no sé si mi narración ha aclarado algo… o ha sido mero ruido. Y no sé si llega tarde…

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