Black Swan/Cisne negro: lo que pudo haber sido y no fue

Digámoslo pronto, Black Swan saca sobresaliente en la parte visual, estética, interpretativa y emocional y se gana un enorme “necesita mejorar” en el apartado del sentido. Así pues la decisión de verla o no verla tendrá que ver con lo mucho o lo poco que pese el sentido para ti como espectador de cine. A mí me gustó ver la película, pero la película no me gustó.

El crítico Owen Gleiberman resume la cinta con una enorme brevedad y contundencia: “Diversión pulp morbosa y sensual, con un atractivo de cuento de hadas sensacionalista. No puedes tomarla demasiado en serio pero tampoco puedes apartar los ojos de ella” (Owen Gleiberman: Entertainment Weekly; el resumen en español lo he sacado de http://www.filmaffinity.com/es/film458406.html; crítica completa en inglés: http://www.ew.com/ew/article/0,,20446266,00.html).

Para Rex Reed, “Este ejercicio de histeria es tan extravagante que no sabes si gritar o reír. A pesar de una apasionante interpretación de Natalie Portman, no es más que una “Repulsión” en zapatillas de baile y magníficamente escenografiada” (Rex Reed: The New York Observer; el resumen en español lo he sacado de http://www.filmaffinity.com/es/film458406.html; la crítica completa en inglés titulada “Fowl Play: Black Swan Is an Overhyped Ugly Duckling“, que en traducción libre vendría a ser algo tipo: “Entre aves anda el juego: el cisne negro es un patito feo sobrevalorado”).

Pero detengámonos a analizar la película con más detalle. La crítica de Carlos Boyero me parece muy acertada: “Si no apareciera la firma de Aronofsky en Black swan, podrías apostar a que esta película la habían dirigido a medias el Polanski de Repulsión y el Haneke de La pianista. Durante gran parte del metraje posee el estilo visual, la atmósfera, las obsesiones, el tono enfermizo y perturbador, las perversiones mentales de esos dos cualificados buceadores del mal. En el desenlace aparece desgraciadamente lo peor de Aronofsky, su afición al desmadre, sus caprichosos delirios, su vocación de epatar.

Antes ha narrado de forma modélica los ensayos para una nueva versión del ballet El lago de los cisnes, la subterránea y maquiavélica lucha entre las bailarinas para conseguir el protagonismo. Aronofsky combina el psicologismo, la intriga y el terror describiendo la esquizofrénica personalidad de una mujer vampirizada por su madre, deseada por el retorcido director de la obra, manipulada por sus feroces competidoras, alguien que encarna con naturalidad la pureza del cisne blanco pero que descubre su lado oscuro, su facilidad para transformarse en el tenebroso cisne negro.

Aronofsky cuenta esta temible historia con poderoso sentido visual, con suspense, con desasosiego. Da mucho miedo el infierno mental que vive esa mujer con anverso angelical y reverso demoniaco, sus automutilaciones, su problemática sexualidad. El inquietante talento del director y la maravillosa interpretación que realiza Natalie Portman de los fantasmas que acorralan a ese trágico personaje, logran permanente hipnosis en el espectador. Por ello resulta aún más enervante que al final ese turbio universo se convierta en un esperpento barato, en efectismo hueco…”. Crítica completa de Carlos Boyero en El País.

Y diréis, ¿en realidad cuál es el problema con el final o con el argumento? Pues el problema es que el trabajo de la película con la metáfora del doble (parte buena y parte mala, el sustituto, la tensión razón-emoción) y la persecución se entremezclan con la enfermedad mental del personaje principal y al final esas escenas y esa trama tan barroca terminan siendo la historia de una pobre chica paranoica y atribulada que hace la interpretación de su vida a costa de su propia vida porque es incapaz de entender qué significa exactamente sentir en el ámbito artístico (o porque en lugar de intentar arreglar su vida se centra en ser la bailarina más apta para un papel).

En otras palabras, al haber elegido como soporte de la trama principal (y del sentido) a una desequilibrada y no haber diferenciado claramente sus desvaríos del tratamiento metafórico a lo largo del film, la conclusión de la película no es aplicable de forma universal. Para saber que hay gente loca que se toma su trabajo demasiado en serio, que está llena de traumas y complejos y que se encamina hacia su propia destrucción no hacía falta montar tanto tinglado.

Datos detallados de la película:

Como siempre hay que conocer las dos caras de la noticia y como la película le habrá gustado a mucha gente pongo enlace a una crítica elogiosa de Sergi Sánchez: http://www.larazon.es/noticia/6794-black-swan-el-arte-con-sangre-entra