Pues eso, que estoy de vacaciones desde el día 25, de momento por Madrid, pero pronto haré una incursión en la zona de La Vera Extremeña, para participar en un taller de Chikung, una bonita disciplina china que mezcla el arte marcial con la medicina tradicional parecida al Taichí. Teniendo en cuenta el programa del taller y que mi experiencia en el tema se reduce a una sola clase de dos horas y media con el mismo profesor y algunas lecturas a salto de mata de libros que contienen posturas llamadas Separar el cielo y la tierra, Empujar la montaña con las manos o Saludar para recibir a los inmortales, creo que la perplejidad y el enfoque Mi no entender durante esa semana de taller están asegurados. No sé si en ese bonito valle habrá conexión a internet o si tendré que actualizar a la vuelta…
El Chikung mejora la respiración, el equilibrio físico y mental, la postura e incluso mejora el funcionamiento de órganos concretos (mediante el trabajo con los meridianos y puntos energéticos). Y por último, pero no por ello menos importante, es BONITO. Aunque a algunos les pueda parecer trivial, una de las cosas que me atraen del Chikung (o Qigong que es la misma cosa expresada con otro método de transliteración) es que transmite una sensación de armonía y elegancia al que lo ve y supongo que al que lo practica y bueno, también me interesa la interacción cuerpo-mente y el papel de la energía (precisamente la sensación de armonía y elegancia parte de esa interacción cuerpo-mente, así que el hecho de que el Chikung sea “bonito” al final resulta que no tiene nada de trivial).
Por lo que he leído, el Taichí es parecido pero incide menos en la energía y además al ser más dinámico requiere mayor dominio de la coreografía de movimientos de cada tabla y tiene lo que los pedagogos llaman una curva de aprendizaje más pronunciada, es decir, que tardas más en dejar de ser un pato mareado y hacer algo que recuerde medianamente a lo que hace el profesor (caso semejante al Pilates; en el caso de la Técnica Alexander, me atrevería a decir que lo que es pronunciado es la curva de desaprendizaje: primero tienes que aprender a parar/inhibir los hábitos incorrectos para permitir paulatinamente que lo correcto suceda).
Por si alguno tiene curiosidad por conocer los fundamentos del Chikung (o de la filosofía taoísta en la que se basa), o si os han parecido sugerentes los nombres de las posturas y queréis ver una foto de cómo son o conocer otras posturas con nombres más prosaicos (como Sacar un puerro de la tierra seca, por ejemplo) os anoto el título de dos libros sobre el tema. “Conocer el Taoísmo. Historia, filosofía y práctica“. Maestro Tian Cheng Yang. Ed. Kairós, Barcelona 2003. Título original: Xiu Dao Ru Men; no consta el traductor. Este libro tiene un enfoque más general que también abarca el Taichi, feng shui y la meditación y el segundo título es “La raíz del Chi Kung chino. Los secretos del entrenamiento Chi Kung” del Doctor Yang Jwing-Ming. Ed. Mirach Madrid, 1995. (Título original “The Root of Chinese Chi Kung. The Secrets of Chi Kung Training”; traducción de Juan José Alonso Rey).
…an interesting read over at. . .