Limpia, fija y da esplendor…

No, no es la Real Academia de la Lengua, ni tampoco un multiusos milagroso con etiqueta de un forzudo calvo, ni siquiera una vaporeta de última generación. Aquí quien limpia, fija y da esplendor es el propio bloguero (bloguera en este caso). Y es que mantener un blog es como un curso gratis de bricolaje o de DIY (Do It Yourself) como dicen los angloparlantes, para cada problema cotidiano hay que probar alguna solución barata y creativa. Como comentaba, el blog de repente se me ha llenado de símbolos extraños donde antes había acentos, eñes e interrogaciones, así que estoy limpiando manualmente esos horrores tipográficos en los post publicados.

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De todo se aprende: la invasión de los ultraacentos

Como os contaba aquí, de repente el blog se me había llenado de símbolos infernales, exabruptos ortográficos o anacolutos como diría el muñegote que hacía de Julio Anguita en las noticias del Guiñol de hace años…

De repente las eñes y los signos de apertura de interrogación habían mutado a cosas como “ñ” y las “aes” acentuadas llevaban incorporada una admiración (á) y las “es” acentuadas incluían el signo de copyright (é)… Todo el blog estaba en un grito, títulos, post enteros, comentarios, cuentos… ni un solo acento y en su lugar un ejército de insectos gritones desparramados por todas las esquinas, prestos a darte un puñetazo en los ojos…

Aspecto del editor de WordPress
Haciendo memoria creo que lo que pasó es que tuve que cambiar la plantilla del blog por algún problema y resultó que la plantilla elegida no soportaba acentos, ni eñes ni apertura de interrogaciones por lo que automáticamente todos estos signos de las más de setecientas entradas que hay en el blog se convirtieron en signos del demonio.

Al detectar el problema volví a cambiar a una plantilla que sí soportaba los acentos pero la “conversión” no se revirtió, así que tenía dos opciones, o dejar aquellos anacolutos poblando mis textos o ir corrigiéndolos poco a poco. (Otra opción habría sido tener un back up del sitio y de la base de datos, pero lo cierto es que no disponía de ello…).

Hasta donde yo sé, no hay un software que te corrija sobre WordPress problemas como este por lotes (si lo hay y lo conocéis, ¡favor de hacérmelo saber en un comentario!), así que lo que estoy haciendo es corregir a mano los post cortos y con los largos pego el contenido en Word, hago un Buscar- Reemplazar (indicando en “Más” que deben coincidir mayúsculas y minúsculas) para cada modalidad de anacoluto ortográfico y luego vuelvo a pegar en el post original el texto limpio.

Lo comento por si alguno os tropezaseis con este problema, para que podáis ahorrar tiempo con este truco.

Misterios de la red

La Red y la gente nunca dejarán de sorprenderme. Un@ escribe sobre lo que le interesa y le intenta dar un enfoque que resulte ameno e interesante para los demás, pero al ver las palabras clave que han traído a los nuevos visitantes a este blog, me surgen todas las dudas del mundo sobre si estaré transmitiendo bien mi mensaje. He aquí­ algunas de las palabras por las que la gente ha llegado hasta este blog de nuevas:

el castellano viejo entero,
irlandeses morenos,
piscina escuelas pias aquagym,
bragas colgadas,
el castellano viejo articulo completo
humor sueco.

De lo más “Te paece que”, ¿no crees ;-)? En fin…

Susto en la bandeja de entrada

Ya se sabe que el marketing busca formas cada vez más personalizadas de acercarse a uno, pero esas aproximaciones a veces producen monstruos.
Veamos un ejemplo. El otro día, al abrir el correo, me topé con un mensaje de mi banco que decí­a así­: ELSINORA, tus hijos merecen lo mejor.
Hay que ser muy mala gente o muy retorcido para disentir de la lógica de esta afirmación: mis hijos potencialmente se merecen lo mejor… o se lo merecerían si existieran. Pero no existen (por ahora), así que detendré toda tentación de poner en marcha una supuesta vena neurótica en plan “¿acaso no estoy ocupándome de mis hijos como debo?” “¿les falta algo?” (lo más importante, les falta la vida), “¿deberí­a cambiarles de colegio?”.
En fin, menudos sustos me dan las mentes preclaras de marketing o publicidad de algunos bancos…

No te anunciarás en blogs ajenos

¿Os habéis fijado en la nueva cabecera del blog? Los que tengáis buena memoria recordaréis que los tonos anteriores eran tirando a azul y no de este tono de fuego. He aplicado este cambio por dos motivos, porque la cosa está que arde 😉 y porque al ir a actualizar esta mañana la barra lateral ya no presentaba un rectángulo en blanco donde debería aparecer el archivo de post anteriores y las categorías como me ocurrió hace un par de días sino un recuadro lleno de anuncios de Google.

Después de arder en indignación contra Google y sus métodos “criminalísticos” he pedido ayuda y lo he solucionado (al parecer no es culpa suya, sino de algún hacker dedicado a hacer unos euros con la publicidad en sitios ajenos o quizá del diseñador de la plantilla que uso, que es gratuita), pero ya de paso he cambiado un poco la apariencia. Con la modificación hemos recuperado los acentos en los títulos de sección (ahora dice Páginas y no el exabrupto de antes) pero seguimos teniendo problemas para que se muestren las fotos de post antiguos (tendremos que solucionarlo).

En fin, creo que se impone actualizar el post sobre Cómo reconocer a un bloguero, añadiendo los sustos que nos llevamos a la hora de querer publicar o de gestionar el blog además de lo que he aprendido en estos seis años sobre las “egorías” de los autores de bitácoras.