XIII PREMIO DE RELATO BREVE “JAVIER DE MIER” (2009)

A continuación reproduzco las bases de la convocatoria del concurso Javier de Mier de este año, abierto a la participación de todos.

Primera. Podrán presentarse a este premio todos aquellos autores que lo deseen y cumplan los requisitos que se expresan en la convocatoria.

Segunda. Los relatos deberán estar escritos en español, tener más de 5 páginas y menos de 12, con treinta lí­neas por folio en letra Times New Roman cuerpo 12. Los originales se presentarán en hojas DIN A 4 de color blanco, numeradas y sin grapar. Se añadirá una primera hoja en la que constará el tí­tulo del relato y el seudónimo utilizado por el autor.

Tercera. El original se entregará en sobre cerrado de tamaño folio de color blanco, en cuyo exterior no se escribirá nada. Dentro del sobre, se incluirá otro sobre pequeño de color blanco que contendrá una hoja con el tí­tulo del relato, el seudónimo y el nombre del autor.

Cuarta. A fin de facilitar la participación en el concurso de autores no residentes en Madrid, los cuentos se entregarán también en CD formato Word. Los participantes no residentes en Madrid pueden enviar su cuento por correo a J.G. 28004 Madrid, así­ como a la dirección de email en la fecha indicada.

Quinta. Cada participante aportará 25 euros en el momento de la entrega del original. Esta cantidad constituirá la dotación del premio. Aquellos que no residan en Madrid, podrán enviar un talón por correo a la dirección expresada en la base anterior o bien hacerlo efectivo en el acto de la proclamación del vencedor.

Sexta. Los originales se entregarán el dí­a 20 de junio de 2009 en el bar La Feúcha, Calatrava, 14 Metro Latina/Puerta de Toledo www.lafeucha.com.

Séptima. Las copias se entregarán a los participantes el dí­a 26 de junio de 2009 en el mismo lugar.

Octava. Este premio se caracteriza porque el jurado está formado por todos los participantes. Ninguna otra persona será admitida como jurado, a salvo de lo expresado más adelante Cada participante votará dos relatos, entre los que no podrá figurar el suyo, a los que otorgará 2 y 1 puntos respectivamente según el orden de preferencia. La votación deberá ser firmada con el nombre de la persona que vota y el seudónimo utilizado en la presentación de su relato.

Novena. Cada participante, si lo desea, podrá nombrar a una persona que actúe como jurado popular, que emitirá su voto según las mismas normas que las establecidas en la base Octava, sin poder elegir el cuento de quien le ha designado. Esta votación tendrá valor informativo y no será vinculante excepto en el caso de producirse un empate en el cómputo final, en cuyo caso se sumarán los votos otorgados por el jurado popular a los cuentos que hayan resultado ganadores.

Décima. La puntuación se entregará en sobre cerrado el dí­a 4 de julio de 2009, en el curso de una fiesta celebrada en la calle L. En este dí­a, será proclamado vencedor el cuento que haya recibido más votos según lo establecido en la base anterior.

Undécima. La participación en este concurso supone la aceptación de estas normas.

En Madrid a veinte de abril de dos mil nueve.

Javier de Mier

Donde dije digo

Digo Diego… o no sé. La cosa es que dedicarle unos minutillos a contar mis andanzas me motiva más que el tiempo que me quita, así­ que en fin, mientras sea así­, actualizaré según me surja.

El martes, después de la tutorí­a a dos bandas, me encontré con unos cuantos amigos/conocidos en la facultad. Había novedades en las que no me puedo detener ahora. Estuve tomando una infusión con una conocida que escribe una tesis sobre “The years” de Virginia Woolf. Es una chavala encantadora, de Taiwan, a la que he tratado poco porque la conocí en pleno agobio carapantallil. Estuvimos hablando de la relación Woolf-Joyce (ella puso a caldo el Ulises: dijo que era el texto de un adolescente revientagranos; pero según esta amiga le influyó mucho en la escritura de “La señora Dalloway”). Hablamos también de “Una habitación propia”, el ensayo de la Woolf sobre las necesidades de las escritoras que tradujo Borges y que analicé en su momento (fue mi primer essay; el ciclo se cierra). Al decirle que le iba a mandar ese essay porque pensaba que le podí­a interesar ya que trataba tal cosa y tal otra me dijo que yo era muy clever (no sé qué tengo yo con los asiáticos que enseguida les da por llamarme “clever”; será que tengo algo de oriental yo misma, con mis haikus a cuestas). Después decidí­ que estaba muy cansada después de una tutorí­a de hora y media a dos bandas y que me iba a tomar la tarde libre por salud mental.

El contenido de esa tarde, en otra entrega (espero).